El 13% de los argentinos no se aplicó alguna de las dosis del calendario nacional de vacunación en 2018, según un informe que presentó la Fundación Bunge y Born. El estudio, se titular “Índice de Confianza y Acceso a las Vacunas”, y detalla que el año pasado se aplicaron 1.084.279 dosis menos que en 2017 a adultos y niños. De acuerdo al trabajo, “podrían aumentar las enfermedades inmunosuprimibles”.
Señala además que el 96% de los argentinos considera que las vacunas son seguras, por lo que la principal barrera para lograr coberturas óptimas no es la resistencia a la vacunación, sino las barreras de acceso.
En esta primera etapa se realizaron encuestas a 3.177 personas y prevén ampliar el universo de relevados a 7.000 en todo el país, con el objetivo de explicar por qué existe una brecha cada vez mayor entre la cobertura óptima en inmunización (que debería ser de al menos un 92%) y las tasas actuales.
En Argentina no se aplican cerca de 700.000 dosis de alguna de las vacunas del calendario obligatorio, durante el primer año de vida, a la par que se observa “un incremento en la aparición de discursos de grupos ‘antivacunas’”.
Pero mientras que la opinión sobre las inmunizaciones es la principal problemática para alcanzar coberturas altas en los países desarrollados, en Argentina, las dificultades de acceso por diferentes motivos son el principal riesgo. De entre ellas, “las faltantes aparecen como principal razón, entre quienes tienen menores a cargo”, según el documento. Mientras que las otras cuestiones argumentadas son los horarios de los vacunatorios, la distribución de las dosis (que a veces son compradas pero que no siempre llegan a todos los lugares), la accesibilidad (por ejemplo, cuánto cuesta llegar al centro para aplicarse la vacuna) y los costos (en el caso de no haber conseguido la inmunización en tiempo y forma en el sistema público).
El doctor Eduardo López, jefe del Departamento del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y Líder del Proyecto “Observatorio de la Salud del Niño y el Adolescente” de la Fundación Bunge y Born, explicó que “en números reales, si se extrapola ese porcentaje de población que no logró inmunizarse, con los 728.035 niños que nacen por año, no se consigue vacunar a 300 chicos por día”.
Por ende, es el acceso la principal barrera a conseguir las coberturas esperadas, ya que “la seguridad de las vacunas no está puesta en duda en el imaginario de los argentinos, algo que sí sucede en países como Suiza, en el que el 11% de la población considera que las vacunas no son importantes para los chicos”, sintetizó.
“El índice se presenta en un contexto en que las cifras oficiales muestran que se aplicaron 1.084.279 dosis menos de alguna vacuna del Calendario Anual en menores de 18 meses, lo que podría indicar que un número significativo de niños no recibió al menos alguna vacuna o dosis”, completó López.
El informe señala que un incremento la aparición de discursos de grupos “antivacunas” y hay entre un 2 y un 4% de personas que dudan de la seguridad y eficacia de las inmunizaciones. Por ese motivo, la herramienta planea generar alertas tempranas en torno a las tendencias sobre el discurso público sobre el tema.