Según un informe de la Consultora Ecolatina, durante la gestión del presidente Mauricio Macri, entre 2016 y 2019, los salarios nominales terminarán perdiendo 50% respecto a la inflación: 200 versus 250 por ciento. El trabajo indica que en el segundo semestre de 2019, el gobierno apuesta a frenar el empuje de los precios regulados (tarifas) sobre la inflación, para que se produzca una mejora del poder adquisitivo de los salarios, pero advierte que las tarifas volverán a subir en 2020. Sobre este punto, marca un interrogante: el valor del dólar. Afirma que habrá que ver cuál es el precio de la moneda estadounidense luego del período electoral, ya que es un componente principal de la estructura de las tarifas de servicios públicos.
Ecolatina, una de las consultoras más importantes del país, señala que se produjo un fuerte reacomodamiento de precios relativos, ya que la inflación acumularía alrededor de 250% entre 2016 y 2019, las tarifas tendrían un crecimiento de cerca de 550% y el dólar escalaría más de 400%.
“Así, aunque prácticamente se habrán corregido los atrasos tarifarios y cambiarios heredados, el poder adquisitivo habrá retrocedido significativamente en el período”, señaló el estudio publicado este domingo por la consultora.
Para Ecolatina, uno de los principales problemas económicos que heredó Cambiemos fue la distorsión de precios relativos, entre los que sobresalían el atraso tarifario y cambiario. En ese sentido, señaló que entre 2007 y 2015 la inflación acumulada más que duplicó a la suba del tipo de cambio y de las tarifas por lo que el gobierno de Mauricio Macri intentó encarar un proceso de corrección de precios relativos en simultáneo con una reducción de la inflación general.
No obstante, remarcó que “lamentablemente, este segundo objetivo estuvo lejos de alcanzarse ya que la corrección de precios relativos aceleró la inflación”.
Sostiene además que la mayor inflación no anuló la corrección de precios relativos dado que el alza de las tarifas de Servicios Públicos superó ampliamente al del IPC GBA Ecolatina entre 2016 y 2018 (370% y 160%, respectivamente).
Según el trabajo, la suba de tarifas era necesaria por dos motivos: para generar un esquema de precios relativos que reflejara de modo más genuino la estructura de costos de la economía y para reducir el importante déficit fiscal primario.
“Por este motivo se explica que, pese a su impacto negativo en términos de humor social, los precios regulados continuaron en ascenso durante la primera parte de este año. Como resultado, los subsidios económicos mostraron un retroceso de 14,5% i.a (inflación interanual). en términos reales a lo largo del primer semestre de 2019”, detalló.
Indica que en la segunda parte del año, mientras que la inflación general acumularía alrededor de 15%, los servicios públicos crecerían menos de 5%. En ese sentido, advierte qué dada la ajustada meta fiscal de superávit primario de 2020, “la suba de tarifas seguirá el año próximo y ralentizará la baja de la inflación”.
Señala en esa línea que “el reciente congelamiento tarifario residencial puede percibirse como un estímulo no salarial al consumo. Por un lado, los menores incrementos restarían presiones a la inflación, de modo que el deterioro del poder adquisitivo se atenuaría, e incluso podría llegar a crecer en el margen en los meses electorales. Se observa de esta forma cómo, pese a que la principal herramienta oficial de desinflación sería la política monetaria contractiva, contener a los costos –dólar y tarifas- cumple un rol fundamental”.