El gobernador Juan Schiaretti dijo ayer que “a mí los cordobeses me eligieron para que me ocupe de la provincia, no para que haga campaña electoral en el país o ser comentarista de la realidad política nacional. Los precandidatos de nuestro espacio deben expresar cómo seguimos y las propuestas de Alternativa Federal. Yo me voy a ocupar de la gestión en Córdoba, donde, pese a las dificultades que atraviesa el país, seguimos inaugurando obras”. Y por si faltaba algo más, el viernes parte de vacaciones hasta el 10 de junio, dos días antes de la presentación de los frentes electorales para las PASO el 11 de agosto. Dicho de otro modo, el cordobés se despegó de lo que suceda con el peronismo federal.
Mientras tanto, hoy, a partir de las 11, sesionará en Parque Norte el Congreso del Frente Renovador. Allí se sabrá el camino que tomará el tigrense Sergio Massa, tironeado para sumarse al acuerdo del kirchnerismo con el peronismo y por los operadores de Cambiemos, que también quieren llevarlo a sus filas, al menos, para evitar que estacione en el frente peronista.
No se sabe aún que hará Massa. Lo único que confirmó en sus declaraciones es que quiere ser candidato a presidente y considera que hay que derrotar a Macri. Oficialmente sigue en Argentina Federal, esto es el espacio de peronistas moderados que conformó con Schiaretti, el salteño Juan Manuel Urtubey y el rionegrino, Miguel Ángel Pichetto, cuya principal bandera se sitúa en ocupar el carril anti-Kirchnerista.
Fuentes de su entorno admitieron que con el macrismo no habrá ningún tipo de acuerdo. Una oferta de Cambiemos habría sido, según las mismas fuentes, que María Eugenia Vidal cuelgue su boleta provincial de las nacionales de Sergio Massa y Mauricio Macri, con el objetivo de impulsar al dirigente peronista en el mano a mano con la fórmula de los Fernández. Esta posibilidad sería descartada por el tigrense, que dice representa un espacio político alternativo al del presidente y la gobernadora bonaerense.
A su vez, con el peronismo K hay negociaciones admitidas por todos los actores. Alberto Fernández, el candidato a presidente de la fórmula principal del este sector, le ofreció a Massa tres opciones: ir a las PASO presidenciales y enfrentarse con él y Cristina y con Daniel Scioli; la candidatura a gobernador de Buenos Aires; y el primer lugar en la lista de diputados nacionales por Buenos Aires.
Distintos medios porteños dijeron ayer que esas conversaciones no están cerradas y que continúan abiertas, pero los negociadores de la fracción peronista K habrían enviado un mensaje claro a Massa: queda poco tiempo para alcanzar algún acuerdo. En esa línea, el martes se anunció la fórmula entre el ex ministro de Economía Axel Kicillof y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, para disputar la gobernación de Buenos Aires. Se trata de un mensaje directo para que el jefe de Gabinete de CFK tome una decisión entre lo posible y su deseo. Tanto Cristina como Alberto Fernández no han hecho ninguna mención hasta el cierre de este artículo sobre el binomio bonaerense, la movida corrió por cuenta de los intendentes del conurbano y Martín Insaurralde, el intendente Lomas de Zamora, que era además el hombre elegido por los caciques del GBA para ir como candidato a gobernador.
Un operador del peronismo le dijo a este medio que la fórmula de Buenos Aires no es definitiva, sino que sirve para simplificar la disputa en ese territorio: los intendentes preservarán sus territorios; la lista de diputados nacionales es un terreno de Cristina; y de la construcción actual, esos son los candidatos. “El punto -agregó- es que no se trata de la construcción definitiva”.
Para Massa quedar afuera del bloque peronista implica una serie de problemas, porque habrá fuerte disputa para toda su base de dirigentes bonaerenses, y él mismo tendrá dificultades para hacer pie en el conurbano, donde Magario es la candidata para fidelizar el voto peronista y Kicillof el de Cristina.
En el massismo existe una división interna con respecto al futuro que debe seguir el espacio político y el propio Massa. Están los que quieren mantenerse en la tercera vía porque cruzar de vereda “sería destruir todo lo hecho desde el 2013”; aquellos que empujan al tigrense a que juegue en las PASO del peronismo K; y un tercer grupo que le pide pragmatismo: ir al frente de la boleta bonaerense. Una solución transitoria, sería que en el documento que será discutido en el Congreso del FR, se aprobaría un punto que habilita las negociaciones con el Partido Justicialista, una decisión que “blanquearía” las conversaciones.
Por otro lado, el contexto ya ha dado algunas señales definitorias sobre el destino de Argentina Federal: Roberto Lavagna no irá a las PASO de ese espacio; l1 gobernadores del PJ ya forman parte del acuerdo peronista-kirchnerista (el último es el sanjuanino, Sergio Uñac) y sólo el entrerriano Gustavo Bordet (estaría a un paso, pero existe tensión por la conformación de la nómina de diputados nacionales del distrito) y el misionero Hugo Passalacqua no anunciaron su salto; Schiaretti se refugia en Córdoba y se va de vacaciones en medio del huracán político de las definiciones; y la última novedad que filtraron ayer los operadores del gobierno nacional, es que midieron al salteño Juan Manuel Urtubey como vice de Macri y, junto al radical Martín Lousteau, es uno de los que amplia el poder electoral del titular del Ejecutivo.