Con los auriculares siempre listos para emprender el regreso a su departamento por las calles de Alta Córdoba, Sam Clancy nos recibe con sus dos metros de altura. A medida que transcurre la charla, algunos chicos se acercan a las vallas que separan los vestuarios, y hacen fila para tomarse una foto con su ídolo que les lleva unas diez cabezas de diferencia. Este señor de 38 años tiene la capacidad de salirse del libreto y accede como si fuese un niño más. Quizás por eso, en cada partido que Instituto juega de local, los más chiquitos se abalanzan para abrazarlo.
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Ya con las cámaras apagadas, vuelve donde nos había dejado y se ríe de lo que acaba de pasar, para luego adentrarse en el análisis de lo que dejó la victoria de su equipo.
Tenés una larga trayectoria en La Liga, ¿Te gusta el público argentino? ¿Sos consciente de que aquí en Instituto la gente te tiene un cariño particular?
Amo a la gente de Argentina y también a los fans de Instituto. Ellos me apoyan mucho y también nos han apoyado durante todo el año con sus gritos, sus celebraciones y eso nos provee de una energía extra para afrontar el partido. Realmente el equipo agradece ese tipo de apoyo que nos ha servido cuando en ciertos partidos hemos estado por debajo de nuestro nivel y a través del aliento nos han impulsado para ser más intensos y jugar mejor. Ese ambiente que se genera en este estadio, es realmente único.
No sos un jugador que se destaque por ser un líder ofensivo, sino más bien un líder motivador dentro de la cancha, ¿te ves de esta manera?
Es cierto, mi rol es ayudar al equipo siendo un líder dentro de la cancha. Cada noche me toca rebotear y ser fuerte en el poste, pero también trato de hablar dentro y fuera de la cancha con Dwayne (Davis), con Dennis (Horner) y el resto de los jugadores argentinos, para mantenernos siempre unidos, para ser un grupo fuerte. Porque somos jugadores dentro de la cancha, pero también personas fuera de ella, y es por eso que tenemos que estar enfocados en la misma página para jugar lo más duro que se pueda.
Somos jugadores dentro de la cancha, pero también personas fuera de ella, y es por eso que tenemos que estar enfocados en la misma página para jugar lo más duro que se pueda.
Hace ya mucho tiempo que estoy aquí en Argentina y eso es positivo para ser un líder en el equipo. El haber compartido durante dos años, equipo con (Santiago) Scala, con Miguel (Gerlero) ha hecho que todo sea más fácil. Lo importante aquí es que todos somos amigos dentro y fuera de la cancha, entonces eso se evidencia cuando salimos a divertirnos jugando básquet o compartiendo cosas en otros lugares.
Se vio un Instituto distinto al del partido anterior, ¿Por donde pensás que pasó ese cambio?
Creo que jugamos este partido con una mejor intensidad defensiva y la supimos mantener durante todo el encuentro. En el anterior juego ellos, en los primeros cinco minutos, anotaron 20 puntos y hoy, en cambio, convirtieron 20 puntos en veinte minutos. Para mí esa capacidad que tuvo el equipo para concentrarse en defensa, fue la clave para llevarse esta victoria. Además, nos mostramos agresivos al presionar la bola y se suma que utilizamos a lo largo de los cuarenta minutos diferentes tácticas defensivas que fueron muy beneficiosas para nosotros.
¿Crees que faltan cosas por mejorar para lo que viene?
Totalmente. Tenemos que seguir enfocados en mejorar nuestro rendimiento. Tuvimos ciertos errores en este partido, como la alta cantidad de tiros mal lanzados y por supuesto afinar ciertos desajustes en defensa para el resto de los partidos que serán duros.
En la serie parecen estar con todo a favor y con la confianza de que dominaron el partido de principio a fin, ¿Cómo imaginás que se puede dar el próximo partido?
Nosotros sabemos que el juego más duro, es el partido que finaliza la serie. Porque ellos van a jugar libres, no tienen nada que perder y también juegan en su casa. Entonces nosotros tenemos que emparejar esa intensidad con la que saldrán y no confiarnos de que por estar 2 a 0 arriba esto será muy fácil. Nuestro objetivo es salir a ganar de la misma forma en que salimos aquí, y tratar de que ellos no logren conectarse con el entorno favorable con el que cuenta un equipo que juega de local.
SIMPLEMENTE SAM
Con 20 años de experiencia en el básquet, la carrera de Sam es realmente asombrosa y no tan conocidos sus primeros pasos. Sus comienzos en la Universidad de Southern California despertaron elogios en todo Estados Unidos al haber conseguido entre otras cosas, ser el máximo taponador de la historia de esa Universidad. Inclusive, en su última temporada con los “Troyanos” fue reconocido con el premio al mejor jugador de la conferencia Pacifico 2002, un premio que obtuvieron jugadores de talla mundial, como James Harden, Kevin Love, Jason Kidd y hasta la leyenda Gary Payton. Su fallido ingreso en la NBA con Philadelphia, donde una lesión en la rodilla no le permitió disputar ningún partido, lo hizo recalar primero en Venezuela y luego en Europa. Su llegada a la Argentina se produjo en 2011, justamente en Atenas de Córdoba, pero sólo jugaría un puñado de partidos, para luego pasar a 9 de Julio de Río Tercero, Ciclista Olímpico y Gimnasia de Comodoro. En este último club ganó el torneo Súper 4 y fue reconocido por La Liga como el mejor extranjero de la Temporada 2014-2015. Hace dos años arribó a Instituto y desde el día en que llegó ha sido una pieza clave para posicionar al equipo entre uno de los mejores de La Liga Nacional.
MIRÁ CÓMO JUGABA EN SOUTHERN CALIFORNIA
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