El secretario General de la CTA Autónoma (CTA-A) de Argentina, Ricardo Peidro, aseguró que “la crisis y la pandemia no afectaron a todos por igual. Muchos sectores económicos ganaron mucha plata. Por eso, entendemos que no se puede salir de la crisis con un piso de derechos más bajo y una redistribución del ingreso regresiva como proponen los grupos dominantes”.
Peidro junto a Julio Fuentes, presidente de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE); y Federico Giuliani, titular de ATE y la CTA-A de la provincia de Córdoba, conversaron con ENREDACCIÓN, durante un tramo del Congreso de la Militancia de la CTA-A, que definió la postura de Córdoba con vistas al Congreso Nacional de la CTA-A.
Durante la conversación, en el mediodía del viernes último, los dirigentes de esta central obrera, plantearon sus reflexiones y puntos de vista respecto de la realidad política y social del país y la provincia.
Fuentes enfatizó que “para salir de la pobreza con lo que se está haciendo no alcanza. Por eso, para poder darle a los pobres, es necesario sacarle a los ricos. En ese sentido, se requieren medidas tendientes a que tributen más los que más tienen, los agroexportadores, los petroleros, las mineras y que paguen los evasores”.
También consideró que “hay una avanzada patronal por la flexibilización laboral como consecuencia de la crisis de la pandemia. Hay que enfrentar esas políticas para que no se ejecuten” y planteó que no va a haber unidad orgánica con otras centrales obrera. Fuentes le quitó relevancia a ese tipo de unidad y, en cambio, señaló que “la que sirve es la unidad a partir de diagnósticos comunes y de acción política, social y sindical conjunta”.
Giuliani expresó, en relación a cuál es el desafío en Córdoba, que “hay que construir una alternativa. No se puede transformar esta realidad con el mismo molde de otros tiempos, el pueblo está para más. Es nuestra obligación generar más espacios de participación para oponer una alternativa al poder de los grupos económicos y la clase política que es garante de esos grupos. Entendemos que la falta de coherencia es la que ha deslegitimado la política. Nosotros reivindicamos a la generación de los ’70, a dirigentes como Agustín Tosco, Atilio López o René Salamanca y tantos otros. No se puede estar de los dos lados del mostrador, por eso, trabajamos en desarrollar una herramienta que represente los intereses de la clase trabajadora, con recambio generacional, y con participación de los jóvenes y las mujeres”.
REFLEXIONES
¿Cuál es la principal preocupación de los trabajadores en este momento de la crisis?, le pregunta ENREDACCIÓN a Peidro.
La preocupación profunda que tenemos es por la pobreza, la indigencia, por el trabajo y por la desocupación. Hacen falta decisiones políticas y medidas activas por parte del gobierno. Nosotros estamos aquí para fortalecer a la clase trabajadora y al poder popular, para que no seamos los trabajadores los que otra vez paguemos la crisis.
La crisis no es igual para todos, no los afecta de la misma manera. Hay sectores del poder económico que se han fortalecido con la crisis, que ganan más dinero. La clase trabajadora sale perjudicada de la crisis, tanto en el nivel de sus salarios, como en derechos. No queremos salir de la crisis con un piso de derechos más bajo y una redistribución del ingreso regresiva. Por eso es que proponemos, entre otras medidas, un salario universal que supere la línea de pobreza.
Por otro lado, todavía el crecimiento de la actividad económica no se ha encarnado en la clase trabajadora, mientras que algunos sectores han acumulado y salen en mejor posición. Está claro que no funciona la teoría del derrame, en la que nosotros no creemos. Por eso es que hacen falta decisiones y medidas activas por parte del Estado.
¿Cómo cuáles?
Por ejemplo, creemos que el Estado debe actuar con decisión, no con un control de precios formal para frenar la inflación. Es necesario intervenir en la formación de precios de toda la cadena. Todos los sectores involucrados deben intervenir para que esta medida tenga éxito. Los sectores económicos tienen capacidad para dinamitar políticas, por eso es necesario oponerle un volumen y una acción política popular.
¿Entonces, considera que es central la puja distributiva?
Sí, es central la puja distributiva. ¿Dónde está escrito que tenemos que salir con más pobreza y con menos derechos de las crisis? Si la foto es la misma, si van a tomar las recetas de los grandes grupos, si hacemos lo mismo de siempre, el resultado va a ser el mismo. Nosotros planteamos más participación popular en las grandes decisiones. Ellos votan todos los días, condicionan a los gobiernos y su acción a diario. Por eso, recordamos que es mentira que a Mauricio Macri y el macrismo se lo derrota cada 4 años, primero lo derrotamos en la lucha contra las políticas de ajuste que se iniciaron apenas asumió. Después, perdió en las elecciones. Esa es la verdad.
Tenemos que decir lo que queremos, manteniendo la autonomía y la democracia sindical. Nosotros no somos la polea de transmisión de las políticas de gobierno a la clase trabajadora, sino exactamente al revés.
¿Puede la clase trabajadora cumplir este rol con el actual nivel de organización y de atomización, con la mitad de los ocupados en negro o la informalidad?
La burocracia histórica tenía una relación directa con la clase trabajadora a la que representaba, tenía una distancia común. Desde la década de los ’90 esa situación se modificó. La nueva burocracia no necesita tener una relación con los trabajadores. Se transformaron en sindicatos-empresas y ellos, muchos dirigentes, en sindicalistas empresarios. Tienen AFJPs, ARTs, y aportes compulsivos, etc. Mantienen la estructura y los negocios y no tienen oposición porque no tienen afiliados. En contra de ese sindicalismo empresario, tenés que pelear por los derechos de los trabajadores. Tiene que haber libertad para organizarse.
Hoy, el desafío es organizar a la clase trabajadora que está en la informalidad, en negro o la forma que tenga. Es el único modo de superar la atomización, que es el verdadero problema que tenemos para modificar la realidad. Esa atomización nos propone el sistema para que sean ellos los que imponen las políticas. El desafío es organizar a la clase trabajadora. A toda la clase trabajadora.
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Por su parte, Federico Giuliani resalta que “hemos puesto en pie esta central en Córdoba. Asumimos en 2018 y desde entonces hemos sumado 15 mil afiliados de toda la provincia. Abrimos delegaciones en Bell Ville, Punilla, Traslasierra, Cruz del Eje… En 2020, nos recibimos de central obrera en plena pandemia. Hemos recuperado el debate, se acabaron los súper héroes. Hay debate colectivo”.
El dirigente estatal señala que “no queremos discutir sólo sobre trabajo y salarios. Queremos construir un programa de la clase trabajadora para que recupere centralidad política, económica y social. Impulsamos políticas públicas populares y redistributivas y pensamos que no se puede pagar la deuda externa a costa del hambre de nuestro pueblo. Además, debe haber un salario universal porque es inmoral que el 50% de la población esté en la pobreza. Para los trabajadores, para la CTA, el hambre es un crimen”.
Luego plantea que “somos autónomos, no somos funcionales a ningún gobierno. Proponemos recuperar la calle e imponer la agenda de la clase trabajadora. En la última elección, nadie discutió o debatió sobre los problemas reales de la gente”.
¿Qué diferencias tiene la situación en Córdoba respecto al resto del país?, le preguntó ENREDACCIÓN
En Córdoba, la riqueza está concentrada en pocas manos, en pocos grupos. Tenemos índices de pobreza, indigencia y precarización laboral por encima del resto del país. La pobreza en Córdoba es de las mayores de Argentina. Vemos una Córdoba que lucha y se moviliza por sus derechos y que lo va a seguir haciendo. No sólo los sindicatos por salarios y derechos, sino también las organizaciones sociales, las feministas, la marcha de la gorra contra la violencia policial, etc. Por lo tanto, nuestro modelo de central no es el de una central domesticada al poder de turno.
También creemos que hay que recuperar la política, porque la salida de la crisis es con más política, con más dinámica. La pandemia va a pasar y no nos pegó a todos igual. Hay sectores que ganaron mucha plata. A su vez, donde no estuvo el Estado, hubo solidaridad, como en los barrios populares. En definitiva, la crisis no la tienen que pagar los trabajadores.
>>> QUIÉNES ESTUVIERON
El Plenario se realizó en el Salón “Cinco Soles” a las afueras de Córdoba Capital y contó con la participación de trabajadoras y trabajadores de toda la provincia (Bell Ville, Río Cuarto, Villa María, Cruz del Eje, San Francisco, Traslasierra, Valle de Punilla y Córdoba Capital).
Tomaron parte del encuentro, Ricardo Peidro, Secretario General de la CTA-A a nivel nacional y Julio Fuentes, Presidente de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE).
Las organizaciones que participaron del plenario fueron las unidades productivas, merenderos y comedores de la Federación Nacional Territorial Córdoba (FeNaT-CTA); Asociación Trabajadores del Estado de Córdoba (ATE); Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Sexuales (AMMAR Córdoba); Sindicato Joven CIS-CTAA (Comercio, Industria y Servicios); Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren); Comunidad Rural Arabela del Pueblo Nación Comechingón de San Esteban, Valle de Punilla; “La Trinchera” de La Falda; Centro de Estudiantes de Arquitectura de El Módulo-CEADI; Mesa de Juventudes de la CTA-A Provincia de Córdoba; Víctor Flores, Cónsul de Bolivia en Córdoba; entre otros.
El Congreso de denominó “Jorge Julio López” en honor al compañero desaparecido en 2006, en plena democracia.
>>> LAS DEMANDAS PRINCIPALES
El documento del congreso plantea lo siguiente:
-Exigimos que se impulsen no solo medidas redistributivas permanentes, como el impuesto a las grandes fortunas, sino que también necesitamos que el control de los medios de producción de bienes y servicios fundamentales para recuperar soberanía popular en cuestiones claves como la alimentación, la energía, el transporte (incluidas las vías navegables y los puertos), las comunicaciones, la salud (física y mental), la educación (en todos sus niveles y modalidades). Esas cosas NO pueden ser un negocio de unos pocos monopolios y, menos, un negocio orientado a la exportación para pagar una Deuda Odiosa que no contrajimos ni de la que fuimos beneficiarios. ¡La Deuda es con el Pueblo, no con el FMI!
-Decimos que soberanía popular y Deuda Externa no van de la mano: el NO Pago de la Deuda Externa debe ser una consigna que impulsemos, en el marco de un programa de recuperación de soberanía con centralidad de la clase trabajadora de Argentina y Nuestramérica.
-La visión de la economía social y popular tiene mucho para aportar en la soberanía y la autogestión de la economía de nuestros territorios: construiremos más cooperativas de trabajo para garantizar trabajo genuino y como herramienta de construcción política.
-Analizamos que las políticas públicas hoy son insuficientes y que no alcanzaremos a cumplir nuestros compromisos con las niñeces, juventudes y toda la clase trabajadora, si no es con decisiones soberanas y populares.
-No al cese de la doble indemnización.
-No al recorte del presupuesto en educación.
-¡Basta de gatillo fácil! ¡los sectores populares recibimos la violencia institucional del Estado en democracia!
-El trabajo sexual es trabajo, negarlo es violencia: Exigimos una Ley de Trabajo Sexual. Por una jubilación digna, obra social y atención integral de salud.
-Tratamiento de la ley 26.160 de Emergencia y Relevamiento Territorial Indígena. Relevamientos territoriales de las comunidades indígenas en todo el país
-Aparición con vida de Tehuel de la Torre, pibe trans desaparecido mientras buscaba trabajo.
-Justicia con perspectiva de género y de derechos humanos
-Salario Universal
-No al acuerdo con el FMI ¡Las deudas se pagan, las estafas no!
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