(Por Myrian Prunotto*). La gestión municipal es el motor más rápido y poderoso para el desarrollo local, ya que opera en la proximidad inmediata con los ciudadanos, con respuestas adecuadas a demandas concretas y, por lo general, optimizando recursos y tiempos.
La experiencia demuestra que los gobiernos municipales logran soluciones concretas a demandas reales, gracias a su profundo conocimiento del territorio y sus necesidades específicas.

El éxito de programas y proyectos municipales en Córdoba demuestra que son el eslabón más eficaz para la innovación en políticas públicas.
La flexibilidad para probar nuevas ideas y adaptarlas rápidamente al contexto local confiere a los municipios una ventaja operativa invaluable.
Esa fuerza, sumada al poder que tienen las alianzas, se convierte en un poderoso motor de cambio y desarrollo. Un ejemplo de ello es el éxito que alcanzó la generación de las llamadas Universidades Populares, creadas por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en forma conjunta con los municipios, lo que arrojó resultados inmediatos y de muy corto plazo en la mejora de perfiles laborales de decenas de miles de ciudadanos del interior provincial.
Asimismo, iniciativas como el Ente Metropolitano de Córdoba ejemplifican cómo la cooperación entre municipios trasciende fronteras administrativas para resolver, desde organismos subnacionales, desafíos comunes, demostrando la capacidad de los gobiernos locales para generar soluciones a escala territorial que impactan directamente en el bienestar de sus comunidades.
Compartir y adaptar experiencias exitosas, como, la implementación de programas como “Córdoba Florece”, por ejemplo, evidencian la agilidad y efectividad de las administraciones locales para transformar el entorno urbano y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, respondiendo a problemas que a menudo escapan a la óptica de niveles estatales superiores.
Por eso, alentar y apoyar iniciativas subnacionales se traduce en beneficios tangibles y rápidos para la ciudadanía.
El financiamiento a proyectos liderados por municipios garantiza una ejecución más eficiente y una menor fricción burocrática en comparación con las grandes estructuras nacionales.
Esta descentralización no sólo acelera la llegada de mejoras a las comunidades sino que atiende demandas urgentes o impulsa el desarrollo con acciones que van desde infraestructura básica hasta servicios públicos esenciales que no se pueden detener con la excusa de lograr superávit fiscal a costa de un déficit social.
Muchas experiencias exitosas alimentan la tesis de que la autonomía municipal es una eficaz herramienta de progreso y son una prueba fehaciente de que la inversión en la capacidad de gestión local es una vía directa para superar las limitaciones impuestas por marcos administrativos rígidos.
La cercanía del municipio con el ciudadano fomenta una participación más activa y una mayor rendición de cuentas, elementos cruciales para un desarrollo sostenible y democrático.
Cuando los recursos y las decisiones están en manos de los gobiernos locales, la respuesta a las emergencias y la provisión de servicios se vuelven más oportunas y alineadas con las expectativas de las comunidades.
Invertir en la capacidad resolutiva de los estados municipales minimiza los costos inherentes a las complejas burocracias nacionales.
Al eliminar eslabones innecesarios en la cadena de ejecución, el dinero y los esfuerzos se canalizan directamente hacia el proyecto, lo que logra un impacto superior por cada peso invertido, y permite mejoras más rápidas en la calidad de vida de los habitantes.
En resumen, el fortalecimiento de los gobiernos locales y sus alianzas con actores del sector privado y la academía son claves para alcanzar los objetivos de desarrollo de manera inclusiva y territorialmente equilibrada.
* Myrian Prunotto es vicegobernadora de Córdoba.
—
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
HACETE SOCIO DE ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.





































