(Por Pablo Tissera *) Pasadas las 18 hs del domingo 22 de octubre comenzaron a llegar los primeros resultados de las elecciones generales dejando en evidencia que ningún candidato estaba ganando en primera vuelta, con un resultado que contradecía la mayoría de las encuestas, un balotaje entre la fortalecida Unión por la Patria seguido a 6 puntos porcentuales por La Libertad Avanza.
¿QUÉ DECIDIÓ LA CIUDADANÍA?
Las dos opciones más votadas expresan proyectos de país diametralmente opuestos, por lo que un sector considerable de la sociedad, el mayoritario, apostó a la continuidad del rumbo del actual gobierno mientras que el otro sector buscó con su voto un cambio de 180 grados, dos opciones que podemos diferenciar entre muchos otros aspectos por el rol del Estado y la política, sumado la importancia que le damos a la democracia.
¿EL ROL DEL ESTADO?
Quedaron claramente diferenciadas dos grandes visiones asentadas en posiciones ideológicas diferentes sobre el rol que debe cumplir el Estado y el modelo de desarrollo cultural, económico, social y política.
Podemos definir los modelos en base a cómo se entiende el rol del Estado, algo que hemos escuchado bastante en los diferentes spots televisivos, radiales, gráficos y por supuesto en las redes sociales.
Allí, vemos claramente la propuesta de Unión por la Patria que entiende al Estado con un rol Presente y Activo. Mientras que La Libertad Avanza concibe al Estado como un estorbo, y este debe estar ausente, o sea, con un rol mínimo en una primera etapa pero que pretende caminar directamente hacia su disolución.
¿QUÉ SIGNIFICA ESTA DIFERENCIA?
El Estado Presente es el que planifica, interviene regulando la economía vía políticas tributarias progresivas, cambiarias, entre otras, tiene como premisa que sin igualdad social no hay libertad posible, y sus intervenciones van en el sentido de disminuir la brecha de la desigualdad social a través políticas públicas redistributivas de los ingresos.
De aquí parte la premisa que todas y todos deben tener acceso a la educación y la salud pública y gratuita, que se debe proteger nuestra producción local y nacional y el trabajo digno de las y los compatriotas, que se debe cuidar el medioambiente, nuestra Casa Común, derechos sociales que el pueblo fue conquistando a lo largo del tiempo.
En esta mirada es muy importante la participación política, que ayude a mejorar ese Estado que somos todas y todos nosotros, hoy a través de nuestros y nuestras representantes. Esta perspectiva inclusiva se basa en la solidaridad comunitaria, todas y todos aportamos para una mejor calidad de vida.
Quienes entienden que el Estado debe estar ausente, es decir que sea mínimo o directamente no exista, consideran que es el Mercado el que debe suplir al Estado vía sistema de precios y que la ley de la oferta y la demanda hará que todo encuentre su punto de equilibrio. Será el mercado el que le ponga precio a la salud, a la educación, al sistema previsional, ya no será pública y de acceso gratuito para todas y todos, más bien será todo privado.
Por eso, mientras menor sea la participación política de la sociedad será mejor, porque cualquier tipo de intervención es maliciosa.
Esta perspectiva excluyente se basa en el individualismo y el egoísmo, que persiguiendo nuestro bienestar personal, todas y todos bajo la cultura distributiva del efecto derrame y la mano invisible del mercado será lo que garantice una buena calidad de vida. Aquí se concibe a la desigualdad social como algo natural, que existió, existe y siempre existirá.
SOBRE LOS 40 AÑOS DE DEMOCRACIA
Es importante destacar que la democracia también estuvo en juego en esta elección respecto de lo que cada proyecto entiende por la misma.
Primero decir que mientras más participativa sea más fuerte será, para ello la participación debe entenderse de la sociedad toda y no de unos pocos y pocas iluminadas. Y esto, repercute en Estados más fuertes y sólidos, por lo que democracias fuertes van de la mano de modelos de país con Estados Presentes y promotores de la participación.
Por otro lado, son las sociedades reprimidas las que tienen débiles democracias. Allí, el Estado solo juega un rol coercitivo, siendo las dictaduras militares su máxima expresión para garantizar el normal funcionamiento del mercado como lo hizo la última dictadura cívico-militar en nuestro país.
Es así que la Ciudadanía votó dos formas de querer la democracia, o bien más fuerte o bien más débil.
CAMINO AL BALOTAJE
En este camino tendremos a Javier Milei planteando un Estado Mínimo, Gendarme o directamente que no exista porqué es un robo cualquier mínima intervención que intente, porque es el Mercado el que construye una sociedad justa, aunque desigual sobre la base de la libertad individual.
Y a Sergio Massa basando sus propuestas sobre un Estado Presente, que regule el mercado, porque en definitiva concibe que la libertad individual y el Mercado sólo generarán más desigualdad social, y eso es inaceptable para quienes tiene una visión Solidaria y de la Justicia Social desde y para la sociedad.
Tenemos tres semanas por delante, el Estado benefactor y la democracia están en juego, por lo que quienes creemos en los valores de la igualdad social en la diversidad, de la libertad individual y colectiva, y de la fraternidad, solidaridad y sororidad, quienes creemos en la justicia social, la equidad distributiva, el cuidado ambiental y la democracia cada vez más participativa, debemos agotar nuestros esfuerzos en poner blanco sobre negro lo que nos jugamos el Domingo 19 de Noviembre.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y presidente del Partido Solidario Córdoba.
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