(Por Walter “Pollo” Díaz *) La pandemia provocada por el COVID-19, está dejando en el mundo grietas laborales, económicas, de salud, de educación, problemas psicológicos, hambre y miseria. Sin embargo a nadie le interesa el día después e incluso parece que tampoco importa el hoy.
En este contexto, muchos siguen viendo a la cultura como un decorado de las distintas gestiones de gobierno y nadie imagina los beneficios que puede traer en lo económico y en la salud.
¿Tenemos idea de cuánto sale una cama fría en un hospital psiquiátrico? En el Reino Unido una de cada cuatro personas tiene problemas de ese tipo y en esa dirección estamos yendo cómo país si no hacemos lo que corresponde en el menor tiempo posible.
Hoy, niños, jóvenes y adultos están atravesando un momento delicado, llegando casi a la desesperación. El mejor aporte es seguir insistiendo que la cultura y la música, en particular, resultan recursos de excelencia para enfrentar el futuro, ya que está comprobado que beneficia a la familia en su conjunto.
Córdoba invierte en edificios culturales de alto costo, pero estos carecen de alma y sin alma, no hay vida ¿Se imaginan una cultura sin vida, inerte y sin emoción?
Es hora que con premura demos con gobiernos que inviertan en cultura y la reconozca como recurso imprescindible para el bienestar de la población. Un proyecto de tal calibre no sólo ayudará a los necesitados sino también aportará a un futuro mejor para las generaciones por venir. Es que un pueblo sano tendrá gobiernos sanos.
* Walter “Pollo” Díaz es presidente de la Asociación Civil Benjaminos.
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