A través de un comunicado que firman el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Jorge Sappia, y varios intendentes y dirigentes de localidades cordobesas, un grupo interno de la UCR plantea la necesidad de crear una corriente nacional que recupere la identidad partidaria y el ideario social y se despegue del gobierno del presidente Mauricio Macri.
“El partido está desdibujado en su identidad ideológica, vaciado de debate interno y paralizado en su vida institucional, producto de decisiones equivocadas que advertimos oportunamente y que nos han llevado lejos del pensamiento histórico del radicalismo, nos han alejado del pueblo y sus necesidades”, afirma el texto.
Sappia había dicho antes de las elecciones, en declaraciones radiales al programa “Mañanas Sylvestres”, que no votaría al presidente Macri y pidió a sus correligionarios que tampoco lo votaran. “Los radicales no deben votarlo a Macri, no deben estar en alianza con Cambiemos y no deben ser aliados del PRO, por una cuestión de ideas políticas, de principios y valores”. El representante de la UCR fue categórico en el inicio de la entrevista.
También había puntualizado que “creo que Macri no representa al radicalismo, no lo representó nunca y se ocupó, personalmente, de que el radicalismo no tuviera participaciones en esa coalición electoral, que nunca fue coalición de Gobierno. Hubo una conducción radical que se sometió a ese pedido del presidente, y el resultado es que el partido radical ha perdido visibilidad en el país”.
Ahora, en el documento dado a conocer por este sector de la UCR, afirma que “el radicalismo renunció a sus conceptos más básicos y con ello a la posibilidad de ser un vehículo para resolver los problemas de la vida cotidiana. (…) En esta derrota electoral, el radicalismo ha sido fuertemente afectado, no tan sólo por el resultado (…) sino fundamentalmente porque el modelo económico y social aplicado, lejos de nuestras ideas, ha profundizado la desigualdad y la inequidad social en Argentina”.
El documento se manifiesta luego por un partido “unido, movilizado, participativo, con una mirada incluyente y respetuoso de la igualdad de género, para lo cual se requiere trabajar por una propuesta que supere la denominada grieta y recupere todos aquellos valores que hicieron de nuestro país un lugar digno de vivir, crecer, desarrollarnos y soñar. Políticas que tengan eje en la ciudadanía, con pilares fuertes en la salud y la educación pública, la producción y la innovación”.
Por último, expresa que “llegó la hora de que los radicales nos expresemos a partir de iniciativas sociales, económicas y ambientales con sensibilidad y que retomemos el camino que desde muy jóvenes nos supo enamorar: tender una mano a quien lo necesita. (…) A todos los radicales de buena voluntad que se sigan identificando en las banderas del Radicalismo Social que supieron levantar entre otros Alem, Yrigoyen, Sabattini, Lebhenson, Larralde, Illia y Alfonsín y a partir de allí a todos los argentinos sin distinción de banderías partidarias, para volver a encabezar, como decía Alfonsín, ‘la enorme columna de la unidad nacional’”.