El senador nacional y candidato a gobernador de Juntos por el Cambio (JxC), Luis Juez, y el diputado nacional Rodrigo De Loredo (UCR), cuestionaron la presencia del intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora y del ministro de Seguridad provincial, Julián López, entre otras autoridades, en la marcha convocada por la Iglesia contra la violencia y el narcotráfico. La movilización se efectuó el lunes y culminó frente a la Catedral de la Capital provincial. El acto se llevó adelante para pedir medidas contra el avance del narcotráfico y la violencia asociada y para solidarizarse con el padre Mariano Oberlin, que lidera una fundación que trabaja en la recuperación de adictos y fue atacado a balazos dos semanas atrás.
“Es el colmo del cinismo y de la hipocresía que los responsables de la gestión de la seguridad de los vecinos se hayan sumado al reclamo. ¿A quién le vamos a pedir medidas concretas para frenar el avance del narcotráfico y sus consecuencias? ¿A Dios?”, expresaron los principales referentes de JxC.
“Los mismos funcionarios que no enfrentan el problema, se esconden y tapan la realidad con publicidad ahora se ponen en lugar de víctimas. Para algo son servidores públicos. El desgaste de 24 años evidencia que no hay más ideas, ni fuerza, ni voluntad de cambiar las cosas”, señalaron Juez y De Loredo.
A través de un comunicado de prensa, afirmaron que “lo que ocurre es, en escala de realidad, como si un técnico de fútbol marchara junto a los hinchas pidiendo que el equipo juegue mejor. Basta de verso”.
Plantearon también que “es una falta de respeto a los cordobeses que tienen la necesidad de movilizarse para expresar un sentimiento de angustia y preocupación por una situación que hace rato se fue de las manos”.
Finalmente, indicaron que “en la provincia de Córdoba, el combo inseguridad, pobreza y ausencia de medidas estratégicas está promoviendo aún más el avance del narcotráfico, sometiendo a sus habitantes a un estado de completo abandono y desamparo”.