La vigésimo segunda asamblea de gobernadores del Norte Grande dejó un mensaje político claro y coordinado hacia la Casa Rosada: las provincias del norte exigirán al Gobierno nacional la restitución de recursos, el pago de deudas previsionales y una mayor participación en la distribución federal en el marco del debate por el Presupuesto 2026.
El encuentro, celebrado en el Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero, estuvo encabezado por el gobernador Gerardo Zamora, quien además traspasó la presidencia pro témpore del bloque regional a Raúl Jalil, mandatario de Catamarca.

La reunión llegó en un momento clave, a horas de la visita del ministro del Interior, Diego Santilli, con quien Zamora —futuro senador nacional— mantendrá un encuentro reservado. Antes de ese cara a cara, los gobernadores y vicegobernadores de 10 provincias definieron una agenda unificada, respaldaron al riojano Ricardo Quintela y enviaron señales de unidad para negociar en mejores condiciones con la Nación.
Zamora abrió el encuentro con una preocupación central: la distribución de fondos coparticipables. Señaló que los mandatarios presentaron un pedido conjunto para restituir a La Rioja un punto de coparticipación que —según sostienen— corresponde a esa provincia desde fines de los años ’80. Ese reclamo fue respaldado de manera unánime.
El gobernador santiagueño también detalló la situación crítica que atraviesan las provincias que no transfirieron sus cajas previsionales a la Nación: Formosa, Misiones, Corrientes y Chaco. Aunque en el proyecto de Presupuesto 2026 aparece contemplada una partida, los gobernadores advirtieron que es insuficiente y no cubre la deuda acumulada, que actualmente está judicializada y en proceso de auditoría.
“Hay una deuda en discusión y lo que debería devengarse este año ni siquiera está previsto en el presupuesto. Nos preocupa y somos solidarios con las provincias afectadas”, remarcó Zamora, quien insistió en que la compensación anual por cajas no transferidas debe cumplirse.
Otro punto central fue la ley que destina el 1,9 % de los recursos provinciales coparticipables a la Administración Federal de Ingresos Públicos (hoy ARCA). Según los estudios encargados al Consejo Federal de Inversiones (CFI), solo el 1 % del total es necesario para cumplir los objetivos operativos del organismo.
“Ese casi punto restante debe volver a la masa coparticipable porque son fondos que pertenecen a las provincias”, sostuvo Zamora. El pedido se incorporó formalmente a la agenda que los gobernadores llevarán al Gobierno nacional.
La paralización de la obra pública nacional fue otro de los temas que concentró la atención. Los mandatarios advirtieron que la suspensión de inversiones afecta rutas, infraestructura logística clave y proyectos estratégicos para el desarrollo regional, entre ellos las obras incluidas en el Plan Maestro del Norte Grande, elaborado con apoyo del CFI.
Ese plan establece la necesidad de reforzar las rutas viales y ferroviarias que integran el corredor del Mercosur y mejorar la infraestructura pluvial, considerada esencial para la competitividad de la región.
Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán, describió la situación con crudeza: “La realidad es muy difícil. La Nación concentra todo para sí misma y no vuelca nada a las provincias. Ya no existen los programas federales que antes acompañaban la obra pública, la educación, la salud o el sector productivo”.
Entre las voces más firmes estuvo la del riojano Ricardo Quintela, quien calificó la asamblea como “muy positiva”, pero volvió a cuestionar con dureza las políticas del presidente Javier Milei. Señaló la ausencia de programas nacionales, la falta de obra pública y la necesidad de que el Gobierno “devuelva los fondos que les corresponden a las provincias”.
“El vínculo con la Nación no es normal. Antes había proyectos, planes y acompañamiento federal. Hoy no hay propuestas para las provincias”, afirmó.
Quintela también recordó el perjuicio histórico que arrastra La Rioja desde 1988, cuando se le sustrajo un punto del convenio financiero vigente. Y lanzó una advertencia política que resonó en el encuentro: “Si el Gobierno nacional no modifica su política, va a tener dificultades para continuar”.
El riojano, junto con Gildo Insfrán (Formosa), integra el bloque de gobernadores opositores que Milei no ha recibido desde el inicio de su gestión.
Conscientes de la dispersión legislativa y del valor que sus votos pueden tener para la aprobación del Presupuesto 2026 y las reformas clave del oficialismo, los gobernadores del Norte Grande resolvieron enviar una señal de cohesión. Tras casi tres horas de deliberación a puertas cerradas, acordaron pedir una audiencia urgente al Presidente.
La asamblea concluyó con el traspaso formal de la presidencia pro témpore a Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, quien encabezará el bloque durante el próximo período. Su tarea será profundizar la agenda federal y sostener la unidad política del Norte Grande en un contexto económico y fiscal de alta tensión.
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