La Legislatura de Córdoba le entregó un beneplácito a la licenciada en psicopedagogía, Liliana González, en reconocimiento a sus más de 50 años de trayectoria profesional.
La vicegobernadora a cargo del Ejecutivo provincial, Myrian Prunotto, acompañó el evento, celebrado en el Auditorio de la Democracia del edificio legislativo, donde estuvieron presentes también los legisladores Nadia Fernández, Ariela Szpanin, Carlos Carignano y Jorge Heredia. Además, hubo una gran concurrencia de docentes y directivos de instituciones educativas.
En el proyecto de declaración, los legisladores ponderaron el desempeño de González como docente y por su atención en el consultorio. También destacaron sus aportes como divulgadora en distintos medios de comunicación locales y nacionales. Además, subrayaron la publicación de 11 libros de su autoría en los que plasmó sus investigaciones en torno a las infancias para contribuir a las familias y al ámbito educativo.
Este reconocimiento es un gracias en nombre de toda la provincia”, manifestó Fernández, y contó que la declaración de beneplácito para González fue aprobada por unanimidad.
En tanto, Prunotto señaló que es una distinción merecida y que es fundamental reconocer a quienes le hacen bien a la sociedad. En su discurso, recordó cuando González participó en la Feria del Libro de Juárez Celman y destacó su humildad “por mirar al interior del interior”.
“No es que enseña a ser padres y madres, sino que brinda herramientas para los distintos momentos de las paternidades, siempre desde la empatía y el amor”, destacó la vicegobernadora.
Por eso, agregó: “Necesitamos muchas más Lilianas para llegar a cada rincón de la provincia. Además, de absorber todas las transformaciones que parecen que nos llevan por delante como la tecnología, nada reemplazará la coherencia, la sensatez y una mirada a los ojos”.
Rodeada de familiares y amigos, la homenajeada agradeció el reconocimiento y dijo: “No quiero dejar huecos en la vida, sino huellas y espero que una de las que deje sea la de la pasión por lo que hago, que es lo que me ha permitido llegar hasta aquí. Seguiré trabajando mientras pueda”.
González brindó un mensaje emotivo, que durante algunos pasajes despertó risas, pero sobre todo dejó varios conceptos en torno a la crianza y educación de las infancias.
“Que los chicos recuperen la alegría de aprender, que puedan convivir con sus compañeros, que no sientan la escuela como algo feo sino como el trampolín a los sueños; por eso me hice psicopedagoga y no abandono la profesión”, sostuvo la especialista de 78 años.
En ese sentido, expresó: “Sueño con que la escuela pública se ponga de pie, porque el hambre es incompatible con el aprender, la soledad de los chicos también. Si la familia no educa, a la escuela se le hace más difícil, y hoy las familias tienen dificultades para educar por muchos factores”. Y concluyó: “La escuela puede mostrar otros mundos para quienes nacen con las peores cartas de la vida. Si queremos un país grande, hay que empezar por ahí”.
Finalmente, la psicopedagoga recibió una placa conmemorativa de mano de la vicegobernadora y los legisladores presentes.
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