Hoy se cumplen 97 días de la suspensión temporal de La Liga Nacional de básquet. Desde el 13 de marzo, la Asociación de Clubes (AdC) paró la competencia y decidió esperar el desarrollo de la pandemia para volver a las canchas. Sin embargo, luego de 13 semanas en cuarentena el horizonte sigue sin ser alentador para el reinicio, y las autoridades preparan un comunicado para ponerle punto final a la incertidumbre. Todo indica que habrá suspensión definitiva.
El desarrollo de la pandemia en la región del AMBA vuelven, por el momento, inimaginable el regreso del básquet. Tanto San Lorenzo como Ferro no podrían participar de la definición y eso pone un freno al ambicioso plan de los dirigentes. Recordemos que el 5 de junio la Confederación Argentina y la AdC le enviaron un proyecto al Ministro de Turismo y Deportes, Matias Lammens, para volver a la competencia en agosto.
La respuesta del ministro no se hizo oficial, pero fuentes de La Liga confirmaron a este medio que hubo una devolución y en las próximas horas se espera una resolución de la CABB -en conjunto con la AdC-, que sería la suspensión definitiva de la temporada 2019-2020.
Justamente, tanto Fabián Borro (presidente de CABB) como Gerardo Montenegro (presidente AdC) habían aclarado que esperaban la respuesta del Ministerio en el presente mes de junio, para que en julio los equipos puedan entrenarse y disputar la fase final en agosto. La respuesta llegó y los dirigentes del basquetbol están haciendo las consultas con los clubes, pero todavía no comunicaron la decisión oficial.
El fútbol parece dar pistas sobre cómo será la vuelta de los deportes colectivos. Anoche, Claudio Tapia, presidente de AFA, confirmó que “la vuelta a los entrenamientos será cuando todo el país esté en fase 4” del aislamiento social y obligatorio dictado por el Gobierno Nacional, en marzo pasado. El fundamento es que garantizará que todos los conjuntos estarán “en igualdad de condiciones y ninguno podrá disponer de alguna ventaja deportiva”.
Trazando un paralelismo con el básquet nacional, la realidad de los equipos de Buenos Aires (San Lorenzo y Ferro), Córdoba (Instituto) y Comodoro Rivadavia (Gimnasia) no es la misma que la de los tres equipos correntinos (Comunicaciones, Regatas y San Martín) y de Santiago del Estero (Quimsa).
Por un lado, Comodoro Rivadavia volvió a la fase 2 del aislamiento, luego de una escalada de contagios, con 8 casos registrados en las últimas 48 horas. En tanto que el AMBA y Córdoba son dos conglomerados que continúan en transmisión comunitaria, siendo Buenos Aires la más afectada. Por el otro lado, Corrientes ya se encuentra en la fase 5 y Santiago del Estero en la fase 4, contando con los permisos necesarios para volver a los entrenamientos.
La encrucijada está a la vista y más allá de la intención de terminar la temporada como sea por los contratos con sponsors, TV y jugadores, la realidad es fulminante. Como suele decir el periodista de la NBA Álvaro Martín, “tanto remar para morir en la orilla”.
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