El sindicalista José Pihen encabezó ayer el acto de reasunción como secretario general de la CGT Regional Córdoba en lo que será su tercer período al frente de la central obrera.
Para el dirigente estatal, que fue Adjunto de Omar Dragun en 2011, pero al mudarse el dirigente mecánico al Ministerio de Trabajo de la provincia, accedió a conducir la regional cegetista. Ya en 2015, fue electo secretario General, acompañado de la titular de los gráficos, Ilda Bustos. En el que será su tercer ciclo como jefe de la Regional, será secundado por un triunvirato, que integran José Porras (SMATA), Ilda Bustos (Gráficos) y Raúl Ferro (Bancarios.
La ceremonia se llevó a cabo en la sede del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que lució repleta. Estuvieron presentes el ministro de Trabajo de la provincia, Omar Sereno, y el diputado nacional, Paulo Cassinerio (PJ).
Finalmente, Pihen logró sumar a un total de 62 gremios de los 129 que tienen personería gremial en el ámbito de la Regional. El dirigente estatal afirmó que “están abiertas las puertas de la CGT para todos los gremios” y expresó que “seguiré trabajando por ampliar la unidad”.
Antonio Quintana, secretario General de SMATA, dijo que “es un orgullo para los mecánicos que asuma la CGT unificada acá en nuestra casa. Hoy, más que nunca, los trabajadores nos necesitan a todos los sindicatos juntos. Pensemos en los trabajadores, el protagonismo se da trabajando. Necesitamos la CGT bien unida y fuerte porque se nos vienen momentos difíciles. Compañero Pihen, lo felicito por el trabajo que ha hecho, acá tiene un gremio que lo va respaldar siempre, buscando la unidad de los trabajadores”.
Cabe acotar, que no integran la CGT-Regional distintos sectores sindicales. Entre ellos, quince sindicatos del ala kirchnerista-albertista-peronista nacional del movimiento obrero cordobés, que incluso cuestionaron la convocatoria y adelantaron su impugnación al congreso. Se trata de una quincena de gremios con influencia nacional, con un importante número de afiliados y con relevancia política, entre los que se encuentran Comercio, la UOM, SURRBAC, Sanidad, SUVICO, Camioneros, UTHGRA, Luz y Fuerza Córdoba, Petroleros, Remiseros, un sector de Unión Ferroviaria (otro se encuentra dentro de la CGT-Regional), APOS, y UPCN.
También se encuentran fuera de este nucleamiento, unos treinta sindicatos que responden a las 62 Organizaciones Peronistas, la CTA-Autónoma (ATE y otros gremios) y la CTA de los Trabajadores (ADIUC y Asociación del Personal Aeronáutico, entre otros).
Desde que Alberto Fernández fue electo presidente, trabaja por llevar adelante un proceso de unidad sindical que apuntale el Pacto Social con el sector empresario, tanto para negociar un consenso alrededor de precios y salarios, como de otras medidas que impacten en el futuro desarrollo productivo del país. Ese proceso general encuentra límites en el territorio nacional por las diferencias entre el grupo “dialoguista” con el actual gobierno de Mauricio Macri y los sectores “combativos”, como los bancarios, camioneros o las CTA. Y aquí en Córdoba, se le agrega el condicionamiento por la posición del gobernador Juan Schiaretti, jefe del peronismo cordobés, que no se ha sumado al frente peronista nacional. De este modo, los gremios que se identifican con el PJ cordobés no son tan permeables a la influencia del escenario nacional.
Por este motivo, el proceso de unidad es de baja intensidad en Córdoba, ya que la primera minoría, que es la que compone la CGT-Regional, reúne a alrededor de la mitad de los gremios cordobeses, pero la otra mitad se encuentra fuera de esa estructura y dividida en, al menos, cuatro grupos.