Instituto se permite soñar en grande. Luego de poner la serie 2 a 2 en Córdoba, esta noche buscará quebrar la fortaleza de San Lorenzo desde las 21 horas. El equipo de Boedo se mantiene invicto de local en estos Playoffs y en la fase regular solo cayó en una oportunidad, pero en Alta Córdoba saben que los récords están para romperse. Las dos victorias consecutivas del elenco cordobés ponen en jaque al tricampeón, que debe reaccionar ante su gente para no perder la ventaja de localía.
“Estas dos victorias son un envión anímico para tratar de robar el punto en Boedo. Sobre todo después de este último partido, porque por momentos pudimos desplegar el juego que habíamos demostrado a lo largo de la fase regular; pasando la pelota, tomando buenos tiros y corriendo la cancha”, declaró Gastón Whelan luego de la victoria por 83 a 80 en el juego 4.
La importancia de este juego es crucial para el desarrollo de la final. El equipo que salga victorioso, quedará a solo un paso de consagrarse campeón de La Liga Nacional. No hay que apresurarse, pero en caso de que “La Gloria” logre robarse el punto en Boedo tendría la chance de definir la final en el Ángel Sandrín. Es por eso que este juego 5 se jugará al límite, con un campeón que tiene el orgullo herido y un Instituto que llega mejor parado y con hambre de victoria.
“En una final contra San Lorenzo necesitas que los ocho o todo el plantel de Instituto aporte desde lo ofensivo, desde lo defensivo, y también en la energía para no dar ninguna pelota por pérdida. Por suerte Santi (Scala) y “Faca” (Piñero) la rompieron acá, pero todos somos importantes para poder ganar. Festejamos mucho en el vestuario, pero ya estamos con la cabeza puesta en el próximo juego que es el primero de esta mini serie a tres partidos”, afirmó el base cordobés.
Hasta ahora la final ha sido de rachas. Cada equipo tomó el control en distintos momentos del juego y ninguno pudo liquidar a su rival con tiempo, sino que en los cuatro partidos ambos llegaron palo y palo al final. Whelan explicó por qué suceden estos cambios constantes e hizo hincapié en tratar de cambiar esa dinámica: “las ventajas que sacamos se diluyen porque somos dos buenos equipos, que en estas situaciones de dominio en el marcador, no nos podemos dar el lujo de relajarnos o de tomar malas decisiones porque el otro rival lo aprovecha.
“Ocurrió que son muy amplias esas diferencias, entonces el otro equipo agrega mas acciones, cambia el ritmo de juego, toma más tiros y eso hace que el empuje de un equipo achique la diferencia y el nerviosismo del que está adelante hace aparecer las dudas. Son cosas lógicas del juego, aunque no deberían pasar”, continuo el ex Hindú.
Por último dejó en claro que el cansancio puede llegar a ser determinante, pero que “El Ciclón” tiene un plantel largo que te complica siempre: “sabemos que algunos jugadores de ellos están tocados, hoy (Mathias) Calfani hizo un gesto de cansancio y tuvo que salir, pero San Lorenzo tiene diez jugadores. Por eso hoy (por el jueves) entró (Máximo) Fjllerup de una manera descomunal, con muy pocos minutos en los primeros dos juegos y gracias a él su equipo pudo intentar la remontada. Entonces pensando en una serie larga, San Lorenzo tiene un equipo más largo”.
—