La decisión fue tomada ayer por la mañana en la sede del Consejo de Seguridad Deportiva Provincial (CoSedePro). En el encuentro, se resolvió que el partido por la 22° fecha del Torneo de Primera División, entre Belgrano y Defensa y Justicia, se puede disputar en el Estadio Mario Kempes. De este modo, comienza a aplicarse la sanción que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le impuso a Belgrano luego del asesinato del hincha Emanuel Balbo, en el clásico que el Celeste disputó con Talleres. El juego se realizará el martes, porque los efectivos policiales estarán abocados el fin de semana a la cobertura de la prueba del campeonato mundial de Rally.
Si bien la pena aún no está firme, dado que el Tribunal de Disciplina de la AFA todavía no tomó la resolución correspondiente, la B no puede disputar encuentros con hinchada, tanto en condición de local, como de visitante. La sanción al club se plantea como ejemplar, tanto por la decisión del gobierno nacional y provincial, como de la AFA y su titular, Claudio “Chiqui” Tapia. Las imágenes del hincha siendo arrojado desde la tribuna Willington dieron la vuelta al mundo y condicionan cualquier decisión del mundo del fútbol y de la política. Por ese motivo, más allá de las posiciones particulares de los actores, el condicionante de la opinión pública local e internacional es determinante en este caso.
El comunicado oficial del gobierno provincial señala que “la decisión tuvo la conformidad de las autoridades del club cordobés, de la Liga Cordobesa de Fútbol, la secretaría de Seguridad de la Provincia, del CoSeDePro, de la Policía de Córdoba y de la Agencia Córdoba Deportes”, y afirma que “la disposición se fundamenta en la convicción de todas las instituciones presentes de contribuir al normal desempeño de la actividad deportiva, luego de los hechos que son de público conocimiento”, lo cierto es que no cabía otra alternativa. Lo único que varió, es la decisión inicial de la AFA de sacar a Belgrano de la provincia de Córdoba.
La causa judicial es instruida por la fiscal Liliana Sánchez y hay siete detenidos, uno de ellos por el robo de las zapatillas de Balbo, una vez que agonizaba en el piso del estadio. Emanuel Balbo de 22 años, murió luego de las graves lesiones que sufrió al ser golpeado y arrojado desde la popular Willington a uno de los ingresos a la tribuna, que está a unos cinco metros de altura. El incidente se habría originado porque Oscar Gómez, que está imputado por la muerte en un accidente de tránsito de Agustín Balbo, hermano de Emanuel, en 2012, lo habría increpado y gritado que era hincha de Talleres. Luego de ello, Balbo comenzó a ser golpeado por otros hinchas, hasta que cayó al vacío. La fiscal acusa a los detenidos de homicidio agravado.
También tiene protección policial uno de los principales testigos de la causa, Oscar Pacheco, que sufrió diversas amenazas, incluyendo dos disparos a su casa en la noche del lunes.
Ayer el gobernador Juan Schiaretti recibió a los familiares de Emanuel y ratificó la decisión de la Provincia de brindar todo el apoyo a la investigación judicial. Schiaretti había reclamado sanciones ejemplares en este caso.
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