Apenas el 16% de los cordobeses asegura que su situación económica es “buena”.
El número es magro: sólo el 16% de los cordobeses afirma que la situación económica particular y de su familia es buena. Por su parte, el 49% señala que es regular y el 34% que es mala o muy mala. Se trata de una foto contundente de los efectos de la crisis económica y la percepción que tienen los habitantes de la provincia respecto de su propia situación.
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La investigación de opinión pública fue realizada por la consultora DELFOS y alcanzó a toda la provincia de Córdoba, entre los días 21 y 28 de febrero del corrientes año. La encuesta es directa, individual y domiciliaria, con un tamaño de 1.800 casos. La confiabilidad es del 95% y el error de muestreo es de +/- 2,83%.
Sin embargo, visto en una secuencia de los últimos cinco meses, el peor fue enero 2019, donde los que dicen estar bien llegan a un 14%, frente al 16% de febrero. En tanto, en octubre y noviembre de 2018, en la misma situación se encontraba el 17% y en diciembre, el índice toco techo: 19%. El máximo porcentaje de los que aseguran estar mal o muy mal, se produjo justamente en febrero de 2019, con un 34%.
Dividido por sectores sociales, se puede observar que apenas un 7% de la clase baja dice que su situación es buena, contra un 18% de la clase media y un 28% de la clase alta. Es decir, que 1 de cada 4 cordobeses de clase alta dicen estar bien económicamente, frente a 0,7 de cada 10 en la clase baja. A su vez, el 48% de la clase baja dicen estar mal o muy mal, frente a un 21% de la clase alta.
EXPECTATIVAS PERSONALES
El trabajo de DELFOS apunta que el 29% responde que su situación económica personal o familiar mejorará. Mientras que un 27% señala que “se mantendrá igual” y un 33% que “empeorará”. Hy un universo de 11% que “No Sabe / No Contesta”.
Visto en una serie que abarca agosto de 2018 a febrero de 2019, este último mes es el que revela una mirada “más optimista” de los cordobeses con 29%. No está solo, lo iguala octubre de 2018, con el mismo porcentaje de expectativas favorables. El resto, se encuentra por debajo, con septiembre del año pasado, con 19% de esperanzas en el futuro como el piso de la secuencia. Mientras que agosto fue el mes más pesimista, con un 44% de habitantes que imaginaban que su situación empeoraría.
Medido por clases sociales, las expectativas de mejora son parejas: 28% la clase alta; 30% la clase media; y 27% la clase baja. Y del lado de la percepción de empeoramiento, se produce una grieta de clase: el 44% de la clase baja cree que estará peor en el próximo año contra un 25% de la clase alta. Una diferencia de 19 puntos porcentuales.
Se trata en todos los casos de datos clave, ya que tanto la percepción de la situación económica, como las expectativas sobre la situación económica familiar o personal futura, porque están ligados a la intención de voto.
Fuente: Consultora Delfos.
Fuente: Consultora Delfos.
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