En el primer bimestre del año ya se perdieron 65.400 puestos de trabajo registrados. Mientras que la caída interanual supera los 250.000. Los asalariados privados aparecen como los más perjudicados.
En febrero la baja alcanzó las 31.800 vacantes, mientras que en el bimestre acumuló una pérdida de 65.400 puestos laborales. Así, en el último año ya se perdieron 252.500 trabajos en blanco, que sumado a los no registrados alcanzarían los 750.000 empleos menos.
Según el reporte de febrero, los peores datos se observaron nuevamente entre los asalariados privados que explicaron prácticamente la mitad de la merma. Dentro del sector, los rubros más afectados fueron “Comercio” (-7.900 vacantes), “Hoteles y restaurantes” (-6.100) e “Industria” (-4.900). Por el contrario, la “Construcción” generó 3.400 empleos y el sector agropecuario otros 3.000.
Los trabajadores estatales fueron los segundos más golpeados por la destrucción de 13.900 puestos laborales, seguidos por los monotributistas sociales con 7.600. En cambio, los empleados de casas particulares tuvieron un movimiento positivo al incorporar 1.700 vacantes, mientras que en el caso de los monotributistas corrientes fueron 6.600.
Por otro lado, los datos de la cartera de Dante Sica mostraron una nueva baja del salario real, aunque en una proporción menor en relación a los últimos cuatro meses. Mientras que en diciembre la remuneración real había retrocedido un 9,8% a nivel interanual, en esta oportunidad lo hizo un 8,8%, acumulando nueve meses de caídas consecutivas.
Finalmente, la encuesta de indicadores laborales (EIL) mantuvo el panorama adverso para las futuras contrataciones. En marzo, el 85,4% de las empresas encuestadas espera mantener estable sus dotaciones para los próximos tres meses, un 6,9% proyecta aumentarla y un 7,7% considera que su dotación disminuirá, dando un saldo negativo del 0,8%.