El viernes próximo, en Villa Carlos Paz, hoteleros, gastronómicos, comerciantes, propietarios, empleados y prestadores de las diversas actividades vinculadas con el Turismo realizarán una marcha para pedir por la declaración de Emergencia Turística de la ciudad a los tres niveles de gobierno. La marcha arrancará a las 11.45 en la avenida costanera, detrás del Automóvil Club Argentino (ACA).
Se trata de un reclamo que abarca a los gobiernos municipal, provincial y nacional y, como señalan voceros de la convocatoria, es el resultado de más de noventa días de puertas cerradas, sin ingresos y también, sin respuestas oficiales.
El pliego de reclamos del sector turístico es el siguiente:
-ATP para todas las empresas sin distinción de cantidad de empleados (el pago de un porcentaje de los salarios a cargo del Estado), hasta tanto se retome la actividad normal y habitual.
-Eliminación de todas las contribuciones patronales por el mismo periodo.
-Reducción de tarifas de servicios públicos.
-Créditos a tasa cero para capital de trabajo.
-Reducción del IVA al 10,5 %.
-Exención de IVA al turismo nacional.
-Tomar a cuenta de ganancias el gasto en turismo.
-Amplia moratoria que incluya el pago de todas las deudas generadas hasta el momento de la reapertura y suspensión de las ejecuciones fiscales.
-Exención del impuesto a los créditos y débitos bancarios.
-Eliminación de las comisiones de tarjetas de crédito por 12 meses luego de la apertura.
“En este tiempo, la mayoría de los comerciantes de la ciudad hemos sorteado esta cuarentena sin ninguna o muy escasa ayuda de los gobiernos. Sin embargo, debimos seguir pagando los servicios, los salarios y los alquileres. Es increíble que los gobiernos que no nos permitan trabajar nos obliguen a pagar los impuestos que uno paga, justamente, por trabajar y generar fuentes de trabajo. La situación no da para más” apunta el dueño de un establecimiento hotelero que pidió mantener su nombre en reserva.
“En lo estrictamente local necesitamos con urgencia que el intendente nos muestra cuál será la campaña de promoción con la que se buscará reposicionar a la ciudad una vez que el gobierno nacional permita el regreso del turismo. A la Provincia le pedimos que, como ya sucede en otras provincias, vea la chance de habilitar la circulación entre zonas blancas y active los protocolos para que los propietarios o administradores de hoteles vayan determinando la factibilidad de su apertura. Si bien ya hay una guía de actuación que publicó el Ministerio de Salud de la Nación (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/protocolo-alojamientos-final.pdf) tomando recomendaciones de la Federación Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) y otras entidades, es preciso que, quien finalmente decidirá cómo será el funcionamiento cuando vuelva la actividad, o sea el COE, se pronuncie sobre el tema, algo que hasta el presente no ocurrió” enfatiza el mismo vocero.
Sobre el tema de los protocolos, el titular de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Carlos Paz, Leonardo González señaló: “Oficialmente el COE no nos hizo llegar ningún protocolo, está circulando un protocolo que elaboró la Secretaría de Turismo de la Nación, pero que tampoco está confirmado que será el definitivo. Seguimos esperando lo que el COE proponga para así nosotros hacer las observaciones que consideremos necesarias. Lo ideal, a nuestro entender, sería que fuésemos convocados para hacer escuchar nuestras posturas, pero hasta ahora eso no ha sucedido”.
La situación de crisis que motivo la marcha del viernes ya se manifiesta en la mayoría de los rubros de la ciudad. Los transportistas escolares y operadores de turismo receptivo marcharon hace pocos días pidiendo ayuda para sostener la fuente de trabajo ante la inactividad total de sus rubros, los dueños de bares y restoranes qua abrieron sus puertas comienzan a mirar con preocupación sus números ante la escasa presencia de público local y la nula presencia de vecinos de otras localidades, sobre todo de la capital. También los cambios de hábito de los vecinos, parece jugar en contra ya que muchos prefieren la comodidad de la casa y otros todavía no se animan a salir por miedo al Covid-19. Y, por último, quienes explotan el rubro gastronómico también sostienen que el horario de cierre de los negocios (las 18 horas) no los favorece ya que la circulación disminuye sensiblemente y con ello el flujo de clientes.