El seleccionado argentino tuvo un partido completo en todas sus líneas para superar con autoridad a Croacia por 3-0 y avanzar a la final del Mundial de Qatar 2022.
Lionel Scaloni, el entrenador más joven de la Copa del Mundo, dio una nueva lección de fútbol y sacó del torneo al último subcampeón del Mundo y al verdugo de Brasil.
Con una -nueva- actuación perfecta de Lionel Messi y un partido consagratorio de Julián Álvarez, la “Scaloneta” construyó su partido ideal en el Mundial de Qatar 2022.
El cuerpo técnico volvió a cambiar de esquema táctico pero, como le gusta repetir a Scaloni, la esencia del equipo no cambia.
El equipo empezó con un dibujo 4-4-2 bien marcado desde el inicio con Rodrigo De Paul y Alexis Mac Allister por las bandas y por el medio Leandro Paredes y Enzo Fernández.
El toqueteo inicial de Croacia no lo desesperó a Scaloni, quien sostuvo el plan hasta que encontró mal parada a la defensa rival con el pase de Enzo Fernández para Julián Álvarez.
La jugada, sin embargo, no fue una casualidad porque pese a la presión alta de Croacia, la Argentina insistió en la salida desde abajo con Nicolás Otamendi, que entregó para Enzo Fernández, quien con su talento incalculable observó la carrera de Julián Álvarez y lo dejó mano a mano con el arquero Dominik Livaković.
Antes, en esa primera media hora, Messi parecía no encontrar su lugar, pero cuando se soltó fue una verdadera pesadilla para los croatas que no pudieron frenarlo ni con faltas.
Las decisiones de Scaloni y sus ayudantes Roberto Ayala, Walter Samuel y Pablo Aimar se plasman en la cancha y eso es un mérito del cuerpo técnico.
Cuando pocos lo creían sacó a uno de los goleadores del ciclo como Lautaro Martínez y le dio la titularidad a Julián Álvarez.
La joya de Manchester City, pulida por tres entrenadores exitosos como Scaloni, Marcelo Gallardo y Josep Guardiola, está brillando en el Mundial de Qatar y ya lleva cuatro goles.
El segundo gol fue una muestra de su potencia y tenacidad porque el propio Álvarez bloqueó el centro de Croacia, el rechazo de Otamendi fue para el lado de Messi y después la pelota le quedó al cordobés, que desde atrás de la mitad terminó como una topadora casi con la pelota adentro del arco.
La ventaja le dio al equipo la tranquilidad que necesitaba y pese a los avances de Croacia no sufrió como sucedió ante Australia y Países Bajos.
Ahí también estuvo la rápida reacción del cuerpo técnico, que no dudó en armar de nuevo la línea de cinco con el ingreso de Lisandro Martínez por Leandro Paredes.
Enzo Fernández se ubicó como volante central y Exequiel Palacios entró con aire fresco para reemplazar al agotado Rodrigo De Paul.
Con autoridad y solidez la Argentina llevó el partido a su terreno y la historia se cerró con la genialidad que armó el Messi de Barcelona. Como cuando tenía 25 años, el rosarino se instaló en la derecha y sacó a pasear al joven Josko Gvardiol, que si no tuviera 20 años debería estar replanteándose si eligió la carrera correcta y tiró el infalible centro atrás para la definición de Álvarez.
Pero el trabajo de Scaloni no terminó con el 3-0, porque como es un líder de grupo hizo jugar a los futbolistas de campo que no habían tenido minutos en el Mundial como Paulo Dybala, Juan Foyth y Ángel Correa.
De aquel entrenador “novato” que recibió críticas por su inexperiencia a este técnico finalista con un equipo que hace soñar a millones de argentinos con el tercer Mundial, la “Scaloneta” en su máxima expresión está a un paso de la Gloria. Toque el rival que toque, Francia o Marruecos, este equipo intentará “darle una alegría a la gente”.
> Con información de TÉLAM.
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