A Dwayne Davis los partidos importantes lo motivan. Encima si el partido se juega horas antes de cumplir treinta años, el talento y las ganas de ganar se potencian aún más. “Mi cumpleaños es mañana, así que este juego fue por mí (risas). Cumplo treinta así que estoy contento por haber tenido un juego de treinta puntos y hay que celebrarlo”, nos cuenta a la salida del vestuario el goleador exultante.
Sus 30 puntos en 28 minutos también sirvieron para que Instituto gané por primera vez en su historia un partido en la Champions League Américas. Por eso, el Sandrín se vistió de gala para la ocasión y nuevamente dio que hablar en todo el continente. Davis lo sabe. “Los fanáticos son muy importantes para el club, para mí y para todo el básquet. Soy muy feliz aquí”.
El amor es recíproco en Alta Córdoba. Acostumbrado al cariño de la gente, Dwayne camina las calles del barrio como un cordobés más, inclusive comparte varios rituales con los hinchas. Uno de ellos se da luego de cada victoria: Con su moto eléctrica hace una parada en el kiosco de Calderón de La Barca y Jujuy, donde se reúnen varios hinchas para brindar con ellos. Un distinto, dentro y fuera.
“Amo a estos fanáticos, es una de las razones por las que estoy de nuevo aquí, ellos no paran nunca de gritar y dan el 110% cuando ganamos o incluso cuando perdemos. Los fans son increíbles, incluso cuando voy caminando por la calle y no hay practica ese día, te gritan “oh Davis lets go, vamos gloria”.
Más allá del gran juego de Davis, Instituto parece haber encontrado la sintonía colectiva para anotarse como uno de los favoritos del certamen. La última victoria ante Quimsa por la Liga Nacional y esta, ante Valdivia, lo confirman: “Tomamos toda la experiencia de juegos anteriores para ser mejores hoy como equipo y llegar más confiados para los juegos de visitante. El juego en Brasil será duro, así que fue muy importante la manera en que jugamos esta noche, hicimos el trabajo que teníamos que hacer”.
“Estoy muy contento, mis compañeros me encontraron siempre en la posición correcta y yo también a ellos. Qué más puedo decirte… mis compañeros son todo y tienen el mérito de la victoria. Yo solo tiré bien al aro y hoy tuve una gran noche, pero nada de eso hubiera sido posible sin ellos”, asegura.
“La confianza está. Lo importante ahora es seguir trabajando cada día para ser mejores”, dispara uno de los goleadores del torneo más importante del continente (27.0) con una sonrisa de oreja a oreja. La charla termina y Dwayne se despide. Ahora le toca saludar a cada uno de los hinchas, que del otro lado de las vallas, esperan ansiosos la foto con su ídolo.
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