Desde el lejano 2006 que no se recuerdan dos dígitos de desocupación en el país. La diferencia, es que en aquel momento el país se alejaba de la terrible crisis de 2001-2002, que marcó el traumático final de la Convertibilidad, y ahora el índice es fruto de una crisis en desarrollo.
Los datos oficiales difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) corresponden al primer trimestre de este año y representa el peor registro de la era Macri.
En el Gran Córdoba, la desocupación llegó a 11,3 por ciento, un punto por encima del 10,3 por ciento del primer trimestre de 2018; y en Río Cuarto a 7,1 por ciento, 3 décimas por encima del 6,8% del trimestre inicial del año anterior.
Respecto de la subocupación, en el Gran Córdoba fue de 12,6 por ciento; y en Río Cuarto de 6,4 por ciento.
Mientras que en Argentina, se ubicó en 10,1% en el primer trimestre del año porque lo que superó los dos dígitos. Esto implica que hay 267.500 personas con problemas de empleo. Así lo informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al publicar su informe sobre el mercado de trabajo, con tasas e indicadores socieconómicos.
Por otra parte, la subocupación pasó de 9,8% al 11,8%.
Esto significa que hay un total de 7.750.000 personas demandando empleo, al sumar los 2.170.000 desocupados, con los 3.770.000 ocupados demandantes y los 1.810.00 subocupados demandantes.
La desocupación había sido del 9,3% en el segundo trimestre de 2016; 8,5% en el tercer; 7,6% en el cuarto.
Luego, en el primer trimestre del 2017, se ubicó en el 9,2%; en el segundo saltó al 8,7%; en el tercero pasó al 8,3%; y en el cuarto pasó al 7,2%.
El indicador subió al 9,1% en el primer trimestre de 2018; ascendió al 9,6% en el segundo; bajó al 9% en el tercero; y volvió a ascender al 9,1% en el cuarto.
Por su parte, el INDEC explica que una de las causas del aumento del desempleo fue “el crecimiento de personas que salieron a buscar trabajo”. Esto tiene una razón: ante la reducción del nivel de ingresos, más gente busca ocupaciones complementarias o nuevas.
“Si bien la tasa de empleo registra estabilidad (-0,1 p.p.), al analizar su composición interna se verifica un cambio en el peso relativo de las categorías ocupacionales, consistente en una caída de los trabajadores asalariados y un incremento de los trabajadores por cuenta propia”, indica el INDEC.
¿Qué quiere decir? De los 143.000 empleos que se crearon, la mayoría son precarios, y a su vez, se destruyeron 175.000 empleos de calidad.
Se trata del índice de desocupación más elevado desde el primer trimestre de 2006, donde también se registró un 10,1 por ciento.
En el conurbano se registra un 12,3% de desocupación, que en número representa más de la mitad de los desocupados del país.
En línea con el pésimo momento que vive el sector manufacturero, los números más preocupantes del informe se vieron en los principales centros urbanos industriales del país como Tierra del Fuego, el Gran Rosario, el Gran Córdoba, San Nicolás -Villa Constitución y el mencionado Conurbano Bonaerense, que marcaron una tasa de desocupación del 13%, 11,7%, 11,3%, 10,7% y 12,3%, respectivamente.
Otras de las ciudades más afectadas por este fenómeno fueron Rawson-Trelew (12,3%), Jujuy-Palpalá (11,4%), el Gran La Plata (10,8%), Río Gallegos (10,7%), Gran Tucumán (10,6%), Santa Rosa (10,6%), Concordia (10,5%) y Mar del Plata (10,1%).
En el polo opuesto, los conglomerados con menor tasa de desocupación fueron el Gran Resistencia (1,2%), el Gran San Luis (2%), Comodoro Rivadavia (2%), el Gran San Juan (3,2%) y Neuquén-Plottier (3,5%).
A su vez, los más afectados entre el primer trimestre de 2018 y primer trimestre de 2019, fueron los varones de hasta 29 años, que pasaron de una tasa de desocupación de 25,5% a 28%; y dentro de las categorías del hogar, los Jefes de Hogar, que saltaron de 23,4% a 26% de desocupación.
En relación al nivel de ocupación, el sector que más sufrió la desocupación es el que tiene el secundario incompleto, que pasó de 21,9% a 23%.
Las actividades en las que se incrementó la desocupación son la Construcción, que en el período citado saltó de 18,8% a 20,3%; comercio, que creció de 16% a 17,1%; y Resto de las Ramas de Actividad, que pasaron de 35,6% a 36,9%.
