La elección de este domingo 25 de junio, en la que Martín Llaryora (PJ cordobés y aliados) pudo vencer a Luis Juez (Frente Cívico, Juntos por el Cambio -JxC-) abre una serie de interrogantes y desafíos, tanto para el escenario local como para el nacional.
Algunos de ellos, son los siguientes:
AGUANTE
El peronismo cordobés logró sortear el potente crecimiento de Juntos por el Cambio (JxC) y abrir camino a un proceso de renovación luego de un ciclo de 24 años liderado por el fallecido ex Gobernador, José Manuel De la Sota, y el actual, Juan Schiaretti. También aguantó el contexto de anti-peronismo que tiene su asiento en la franja central del país. A causa de este fenómeno y el cambio de liderazgo, el PJ perdió entre 2019 y 2023, 279 mil votos.
EL REGRESO A 1999
El peronismo local parece haber regresado a 1999, a la era pre-De la Sota-Schiaretti. La migración de parte de su electorado de la Pampa Húmeda al bloque que encabeza JxC indica que los líderes con capacidad de influenciar y contener a dos grupos sociales con características propias llegó a su fin. Llaryora, por su perfil, y por el contexto en el que se desenvolvió la elección, no pudo representar a ambos sectores. Por eso se produjo una marcada diferenciación del voto.
PICANTE
Luis Juez se quedó corto para llegar a la gobernación de Córdoba, pero hizo la mejor elección opositora desde 2015, en que nació Cambiemos, la sociedad entre la UCR y el Pro. Creció 9,3 puntos porcentuales respecto a 2019 -sumando las dos fórmulas que tuvo JxC- y 6 pp. en relación a 2015, cuando el binomio fue encabezado por Oscar Aguad (UCR). Cosechó casi 200 mil votos más que en 2019 y casi 140 mil por encima de 2015.
POLARIZACIÓN
Entre Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC) y JxC sumaron el 82,52% de los votos validos. En 2019, las dos coaliciones había reunido el 77,9% (-4,62%); y en 2015, el 73,73% (-8,79%). Se trata de un indicador de consolidación de dos mega-coaliciones, ambas de centro-derecha, una, la basada en el PJ de Córdoba de carácter provincial; y la otra con eje en la construcción nacional del Pro, la UCR y otros socios electorales. El efecto aspiradora que producen, eliminó terceras opciones, como ocurrió en 2015, con la alianza que representó al gobierno nacional y encabezó el villamariense, Eduardo Accastello. Una coalición similar obtuvo en este comicio 15 pp. menos que ocho años atrás.
NACIONALIZACIÓN
La primacía de Juez en la Pampa Húmeda y de Llaryora en las regiones con menor desarrollo económico indica que se ha nacionalizado el voto cordobés. También confirma que JxC ha consolidado un sujeto socio-político afín en la región central del país (Entre Ríos, Buenos Aires sin GBA, CABA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, San Luis y Mendoza) y que, por lo tanto, el peronismo nacional tendrá dificultades en todo este territorio en las PASO y las elecciones generales de este año sino perfila candidatos y un discurso que pueda interpelar a este tipo de electorado.
DOMINGO NEGRO PARA SCHIARETTI
El escándalo del escrutinio, que no pudo finalizarse por fallas del proveedor informático y logístico (OCASA), más la ajustada victoria a pocas semanas de las PASO -Primarias Obligatorias- le quitaron al Gobernador Juan Schiaretti volumen político para su intentó de aventurarse fuera de las fronteras de la Provincia como candidato a Presidente de un espacio de peronistas “moderados”, afines a JxC. También le quitaron peso como “jugador” importante en una eventual negociación con la alianza que lideran Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Su valor político reside ahora en tratar de convertirse en un dique político para evitar un eventual avance de Sergio Massa, otro peronista “moderado”, en Córdoba, ya que este distrito puede ser determinante para ingresar al balotaje, tanto para el bloque peronista como para el bloque de centro-derecha.
UNIDAD
Esta elección mostró nuevamente que la unidad vale. Al menos, en este contexto de fuerte crisis de representación política. Hasta ahora, las victorias oficialistas se sostuvieron en la unidad. Sólo fueron derrotadas las fuerzas que se dividieron, en Neuquén el MPN (Movimiento Popular Neuquino); y San Luis, el peronismo, con la pelea entre los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. En Córdoba, el PJ de provincial se mantuvo unido y pese a la fuerte disputa que le propuso JxC, pudo preservar el Gobierno.
DESAFÍO
La paridad electoral, ha generado -si se confirman los resultados en el escrutinio definitivo- que la oposición pueda controlar por primera vez la Legislatura. Esto obligará a que el PJ provincial deba desarrollar un nuevo estilo de gestión política para dotarse de gobernabilidad y hacer avanzar sus iniciativas. Se terminó la escribanía legislativa de la que gozaron De la Sota y Schiaretti. Para JxC es también una experiencia novedosa, ya que hasta ahora fue un observador de las decisiones del oficialismo. Ahora deberá comprometerse e interactuar, con los costos y beneficios consecuentes.
LA BATALLA CAPITAL
El apretado resultado del domingo y el ordenamiento institucional que generó, obliga al peronismo provincial, con el delasotista Daniel Passerini, a tratar de vencer en Córdoba Capital frente al radical Rodrigo De Loredo. Si el candidato de JxC vence será automáticamente una referencia opositora con volumen para disputar la hegemonía provincial. Un liderazgo, sumado al control opositor de la Legislatura puede convertir en un “dolor de cabeza” los próximos cuatro años del PJ en la gestión provincial.
FRACASÓ LA ALIANZA AMPLIA
La nueva conformación de HUxC, con la incorporación de algunos pocos dirigentes radicales y del Pro fracasó. El peronismo perdió 5,2 pp. entre 2019 y 2023; no atrajo al electorado “no peronista”; perdió la Pampa Húmeda el espacio geográfico en el que este espacio político debería haber influido; no sumó votos nuevos; y la falta de volumen político de los dirigentes que llegaron no mejoró el perfil de la oferta electoral de la coalición oficialista.
LA GESTIÓN EN PROBLEMAS
El crack del escrutino del 25 de junio indica que los problemas de gestión que el PJ tuvo en los últimos dos años no llegaron a su fin. La transparencia de una elección es uno de los asuntos más importantes de la democracia. Otra vez falló en ese item. Se le agrega a las dificultades en salud, educación y seguridad. Uno de los desafíos centrales del nuevo gobernador será poner en marcha la gestión.
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