Dice el dicho popular que “no todo lo que brilla es oro”. La elección municipal de La Falda, en la que fue elegido Javier Dieminger (UCR, Juntos por el Cambio -JxC-), entrega una primera foto del comportamiento electoral en la provincia. Si bien como toda elección local tiene sus particularidades, sobre todo por el peso de las figuras políticas de cada localidad o región, el resultado de la localidad del valle de Punilla indica como dato más fuerte, que no se produjeron transferencias de electorado interfuerzas. Es decir, que hay bloques relativamente homogéneos, cuyo volumen se sostiene. Lo de JxC siguió con JxC; y lo del peronismo siguió con sus dos vertientes, la del PJ nacional y la schiarettista o cordobesa.
Hay un primer dato que impacta, que es la caída de un 15% en el porcentaje de votantes que concurrieron a las urnas entre 2019 y 2023: Pasó de 67% del padrón a 51,7%. Sin embargo, este hecho no parece estar alineado con un descontento contra la clase política o el sistema político, sino que se trata del caudal del PJ cordobés, que no tuvo candidato en el comicio, y por lo tanto no concurrió a las urnas. En Punilla, el schiarettismo tiene dificultades para estructurar propuestas propias por la presencia de Identidad Peronista que conduce el vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio, alineado con el Gobierno nacional. Incluso, estuvo a punto de no poder presentar lista en la interna de marzo de 2022. Lo logró sobre el filo, luego de un acuerdo entre la senadora nacional Alejandra Vigo, las 62 Organizaciones y otros dirigentes de ese departamento, pero fue derrotado por el “caserismo” en casi todas las localidades salvo en Villa Carlos Paz.
Así, en La Falda, el candidato a intendente, con chapa de “peronista”, fue el legislador provincial Miguel Maldonado, integrante del sector liderado por Caserio. Fue derrotado por Dieminger por 71,07% a 28,93%. No hubo otros candidatos.
Para poder comparar, la ciudad tuvo un padrón que se mantuvo en 14 mil votantes en 2019 y 2023. Hace cuatro años sufragaron 9439 personas y en esta oportunidad 7379. La diferencia es de 2060 electores.
Dieminger consiguió en 2019, 4661 votos y en 2023, 4900. Es decir, sumó sólo 239 sufragios. Su volumen político se mantuvo, creció marginalmente. Si la lectura es porcentaje, el resultado parece una cosa, si es por cantidad de votantes, la imagen es otra. Todo indica que se volcaron hacia su candidatura, los votantes de Encuentro Vecinal (EV), un partido conservador con raíces religiosas, tanto en el catolicismo como en corrientes evangélicas. En 2019, el candidato de esta fuerza obtuvo 285 votos, como en 2023 no participó, el 83% de ese sector migró a JxC (239 de 285).
Maldonado, en cambio, consiguió en la elección anterior 3773 votos y en esta, 1995. Perdió en el tránsito entre comicios, 1778 sufragios. La explicación es simple: En 2019, los dos peronismos fueron aliados y en 2023, no. El universo peronista en esta localidad tampoco parece haber cambiado demasiado.
En 2019, el MST había obtenido 465 votos, nulos fueron 145, y en blanco, 105. De ese universo surgieron los 282 que se sumaron a los 1778 que perdió el dirigente peronista entre una elección y otra, para hacer un total de 2060 (los que no fueron a votar en 2023 respecto de 2019).
Por lo tanto, en La Falda no parecen darse los supuestos de “cuestionamiento” al sistema político al punto de no participar de la elección. Sí, surge con nitidez que la no participación del PJ schiarettista en la opción peronista debilitó la oferta electoral para este sector en esa localidad.
El PJ provincial prefirió aquí mantener su perfil anti-PJ nacional y anti-kirchnerista, para no desestructurar el discurso provincial de Martín Llaryora y el nacional de Juan Schiaretti. Sin embargo, la estrategia revela un problema con vistas al comicio del 25 de junio, donde se elegirá Gobernador y Vice: Si en esa elección, el Frente de Todos (FdT) tiene capacidad de instalar un candidato que “penetre” el electorado peronista, el oficialismo provincial puede perder una porción significativa de su caudal electoral, un hecho que puede adquirir relevancia en un escenario de paridad como el que se espera.
Mientras que en relación a JxC, queda claro que las fórmulas “muletto” que Hacemos por Córdoba impulsa directamente o alimenta indirectamente, como Encuentro Vecinal (EV) o un eventual candidato del libertario Javier Milei, le restarán volumen político y electoral a la principal alianza opositora.
Como sucede a nivel nacional, donde las encuestas de los distintos consultores no encuentran una traslación determinante de la sociedad a JxC pese a la crisis económica y política del Gobierno del FdT, lo ocurrido en La Falda va en el mismo sentido: La alianza opositora no captó nuevas porciones electorales (salvo EV por ausencia de representación) y mostró su vulnerabilidad potencial frente a otras fuerzas de centro-derecha (si EV hubiera tenido candidato propio, se puede presumir que JxC hubiera casi calcado su elección de 2019). A favor, mostró un piso alto, que mantuvo su volumen en un tiempo de crisis y fuerte cuestionamiento a la representación política.