El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), una obra clave para el desarrollo energético de la Argentina, concretó este martes la apertura de la primera válvula de llenado como parte del proceso que concluirá el 9 de julio próximo, cuando se realice la inauguración oficial del primer tramo del ducto que llevará el gas de la formación de Vaca Muerta al centro del país.
La puesta en marcha del gasoducto que se extiende desde Tratayén, en Neuquén, hasta la localidad bonaerense de Salliqueló, permitirá ampliar la capacidad de transporte de gas y hacerlo llegar a los centros de consumo, lo que permitirá un ahorro anual de US$ 4.200 millones al año en sustitución de importación de gas natural licuado, combustibles líquidos y energía eléctrica.
Al respecto, el ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que la obra “cambia la historia de la matriz energética y productiva argentina”, y recordó que “estaba planificada en el 2015” pero que “se paró años por falta de visión estratégica y por falta de coraje”.
“Cuando hay coraje y decisión, una obra que cambia la historia de la matriz energética y productiva argentina se puede hacer”, afirmó Massa en un mensaje en la red social Twitter, en el que señaló que a pesar de que “dijeron que era una obra de 24 meses” y que “era imposible hacerla en 8, hicimos lo imposible posible”.
También agradeció el trabajo y profesionalismo del equipo de la Secretaría de Energía, de la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa) y de las empresas argentinas que llevaron adelante esta obra, “cuando se decía que solo podían llevarla a cabo empresas internacionales”.
La maniobra de apertura de válvula, técnicamente conocida como “puesta en gas”, consistió en la puesta en marcha de la estación de Medición Tratayén, Neuquén, y de los primeros 29 km del gasoducto.
La habilitación parcial y progresiva, un procedimiento habitual en este tipo de operaciones, tiene por objetivo garantizar que el llenado homogéneo del ducto con gas natural desplace por completo el aire y permite probar el funcionamiento de los sistemas de medición y regulación de las plantas.
De esta forma, se inició el cronograma de habilitación del gasoducto por tramos hasta su inauguración oficial el próximo 9 de julio próximo.
En declaraciones a Télam Radio, la secretaria de Energía, Flavia Royon, destacó que la obra se hizo “en tiempo récord”, y afirmó que permitirá dar “un salto de producción” en Vaca Muerta y llevará a la Argentina al autoabastecimiento energético.
“Vaca Muerta es la segunda reserva de gas no convencional del mundo y está en la Argentina y teníamos una limitante de infraestructura para poderla aprovechar”, dijo Royon, y agregó que “a partir de la construcción de este gasoducto, se va a poder dar un salto de producción”.
“Con esta primera obra, Argentina no volverá a hacer compras importantes de GNL, de gas licuado desde otros puntos del mundo y, cuando esté terminada la segunda etapa, va a llevar a la Argentina a un autoabastecimiento de más de 95%”, afirmó Royon.
En ese sentido, destacó que esta obra permitirá que la Argentina no esté atada a la variación de los precios internacionales a la hora de asegurar su abastecimiento energético y, además, permitirá exportar en una primera instancia el gas excedente a países vecinos.
“El sector energético se va a consolidar como el segundo sector generador de divisas para nuestro país”, remarcó.
Por su parte, el presidente de Energía Argentina, Agustín Gerez, subrayó que el Gasoducto es un “hito histórico que nos encamina definitivamente a la soberanía energética, lo que anhelábamos allá por el 2012”, a pesar de haberse llevado a cabo “en una coyuntura nacional e internacional muy delicada”.
Según explicó en declaraciones a Radio 10, una vez que se pueda abastecer a las industrias y hogares con gas producido localmente, se hará “a un precio más competitivo”.
La obra de ingeniería, considerada como la más importante de los últimos 50 años, se concretó en un plazo récord de 10 meses y atravesó cuatro provincias: desde la planta de tratamiento de gas en la neuquina Tratayen, emplazada en el corazón de Vaca Muerta, pasando por Río Negro, La Pampa, hasta Salliqueló.
La construcción comenzó en octubre de 2022 y demandó un avance promedio de 5 kilómetros diarios de soldadura de caños, contando los tres frentes de obra.
En total se tendieron 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro, en los 573 kilómetros de extensión del GPNK entre Tratayén y Salliqueló, atravesando las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
> Con información de TÉLAM.
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