Soledad Laciar, la mamá de Valentino Blas Correas, el adolescente asesinado por la Policía en agosto de 2020, en la ciudad de Córdoba, denunció que le rompieron el vidrio de su auto y que es el tercer incidente que su familia sufre desde el 10 de diciembre. La mujer duda que se trate de episodios de inseguridad, sospecha que son intencionales y advirtió que “no me van a callar”.
En declaraciones que hizo al programa Verano Nacional, que se emite por Radio Nacional Córdoba, apuntó que “El 10 de diciembre me apedrearon el portón; el 24 le rompieron tres vidrios del auto a mi hijo y le robaron una goma; y esta madrugada (por el miércoles) rompen el vidrio de mi auto”.
Agregó que “no puedo evitar dudar, tengo miedo por mis hijos. Ojalá sea un hecho de inseguridad más, pero dudo. Tampoco me voy a callar, si hay algo detrás de esto que sepan que no me voy a callar”.
Previamente había hecho el planteo a través de su cuenta de Twitter: “Hago la denuncia por acá porque la Policía, bien, gracias. Hace un mes me apedrearon el portón. Hace 15 días le rompieron el vidrio a Juan (su hijo). Hoy es el mío. ¿Es personal? No me voy a callar”.
Siguió diciendo que “realmente estoy muy cansada de no poder vivir tranquila como si yo hubiese hecho algo malo. Nada. Solo pedir justicia”. La mujer arrobó el mensaje al gobernador Juan Schiaretti, al Ministerio de Seguridad, al ministro de Seguridad, Julián López y a la Policía de la provincia.
Cabe recordar que el juicio por el crimen de Valentino se suspendió temporalmente, y se espera que la sentencia sea dictada entre febrero y marzo.
El hecho ocurrió en la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Blas Correas se hallaba en el Fiat Argo junto a sus cuatro amigos y, cuando circulaban por el barrio Colinas, en el sur de la capital cordobesa, evadieron un control policial porque el conductor se asustó al ver que uno de los policías había desenfundado un arma.
Dos efectivos dispararon contra el rodado y uno de los proyectiles impactó en la espalda de Blas, quien murió.
Por el homicidio se encuentran acusados el cabo 1° Lucas Damián Gómez (37) que, según la fiscalía, efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria, y el cabo 1° Javier Catriel Alarcón (33), quien disparó en dos oportunidades.
Ambos llegaron al juicio como “coautores de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos”.
En tanto, los restantes acusados, todos policías, son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan son de ‘falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público’, ya que se les imputa, entre otras cosas, haber “plantado” un arma para simular un enfrentamiento con los chicos.
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