Básquet

Partido re-caliente: Rodríguez Olivera fue imparable y Obras venció a Instituto

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24 noviembre, 2022

El escolta uruguayo Joaquín Rodríguez Olivera fue determinante en la victoria del tachero. (Foto: Germán Ruíz / LNB).

Fue un partido jugado en el borde del precipicio, re-caliente. Con el DT de Obras, Gregorio Martínez, gritando más que la hinchada de Instituto, con mucho nervio y fricción dentro de la cancha, el tachero disputó todo el juego al límite de la explosión emocional y contagió al encuentro. Al punto que se produjeron varios incidentes, entre Leandro Vildoza y Luca Valuzzi primero; y Tayavek Gallizi y Jeffrey Solarin luego. Por suerte, ninguno pasó a mayores. Obras (8-3) es un equipo incómodo y provocador. En ese contexto, en una tarde-noche con casi 40 grados, pudo derrotar a Instituto (11-3) por 80-77. Por cierto, la historia pudo haber sido distinta si Luciano “Chuzito” González lo empataba a falta de 3 segundos, pero su lanzamiento desde los 45 grados pegó en el aro.

El escolta uruguayo Joaquín Rodríguez Olivera fue el goleador del partido con 22 puntos y sumó 22 unidades de valoración. Su planilla registra 3/6 en dobles; 5/9 en triples (56%); 6 rebotes, 3 asistencias y 3 faltas recibidas. Pero más allá de las estadísticas, apareció en el momento crucial del juego, en el cuarto final, con varias asistencias a sus compañeros y con 9 puntos en ese parcial, 5 de ellos en “la chiquita”, en los 2 minutos finales. Fue imparable en ese tramo y tanto la defensa del Chuzito González como la de Leandro Vildoza fueron superadas por su amague futbolero y su primer paso.

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La Gloria apeló al corazón del Taya Gallizi que convirtió 12 puntos en el cierre del encuentro y 17 en todo el match. Le cometieron 6 faltas, sumó 4/5 en dobles y 7/9 desde la línea. Firmó 2 recobres.

Nicolás Copello y Nicolás Romano anotaron 13 puntos cada uno. Fueron las otras vías de gol más claras del local. Copello con 2/4 en dobles; 2/3 en triples; 3 de 4 en libres; y 5 faltas recibidas, acumuló 17 unidades de valoración. Romano encestó dos triples en el final y con 3/8 en ese segmento reunió 12 unidades valoración.

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Fue un partido de una intensidad fuera de la común. El cruce se resolvió en la cuerda emocional y en el aprovechamiento de los momentos. Allí, la visita, además de Rodríguez Olivera, tuvo a un cerebral Pedro Barral (18 puntos, 4 asistencias, 4 faltas recibidas, 23 unidades valoración) y a un oportuno Emiliano Serres (12 puntos) como engranajes complementarios.

Obras e Instituto utilizaron defensas zonales, de toda la cancha, y flexibles e intentaron cortar la recepción del balón. Tuvieron bastante éxito en su misión, porque el goleo del juego fue mediano. Trataron de negar el tiro de tres a su contrario y lo consiguieron a medias. La Gloria tuvo una efectividad de 31% (10/32) y Obras de 36% (9/25). Sin embargo, el equipo de Martínez le negó la mayoría de los rompimientos y penetraciones al albirrojo, obligándolo a tomar muchos tiros fuera de regla. Para modificar esa escena, en el segundo parcial, el Taya Gallizzi tuvo que vestirse de gladiador para pelear en el poste bajo y tratar de generar gol y juego. Pudo conseguir lo primero, ya que las defensas con ayuda le impidieron mover desde ahí el balón a posiciones abiertas.

En ese nivel de paridad y “locura” al que había llevado el partido Obras y al que, por momentos, ingreso el equipo de Alta Córdoba, es que apareció el uruguayo Rodríguez Olivera para liquidar el pleito.