La policía Wanda Esquivel de 35 años fue detenida ayer acusada de encubrimiento agravado en el crimen del adolescente Valentín Blas Correas. La Justicia cree que habría sido quien “plantó” un revolver calibre 22 cerca del control policial, para imponer la versión de que los adolescentes iban armados y encubrir de este modo la acción de los asesinos.
Así lo determinó el fiscal José Mana que investiga el hecho ocurrido el pasado jueves 6 de agosto.
Mientras que también fue imputada, pero no detenida, la oficial Yamila Martín, por omisión de deberes de funcionario público. Es decir, por no haber hecho nada para evitar el encubrimiento.
Las dos mujeres formaban parte de la patrulla policial que realizaba el control de tránsito en la zona Sur de nuestra ciudad.
Cabe recordar que ya están detenidos los suboficiales Lucas Gómez y Javier Alarcón, imputados de “homicidio calificado en grado de tentativa” en cuatro ocasiones y de “homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego” en un caso.
El homicidio de Correas ocurrió en la madrugada del pasado jueves 6 de agosto cuando, junto a cuatro amigos y compañeros de colegio, circulaban en un Fiat Argo luego de reunirse en un bar y evadieron un control policial. Los dos policías varones dispararon varios tiros, de los cuales cuatro impactaron contra el automóvil y un quinto ingresó por la luneta y impactó en Blas, quien iba en la parte de atrás del vehículo, ocasionándole la muerte.
Según el resultado de la autopsia, la bala habría ingresado por el omóplato y le afectó el pulmón, la vena cava y el ventrículo derecho. La autopsia permitió recuperar el proyectil, que estaba en el cuerpo del adolescente, lo que permitirá establecer de cuál de las armas policiales salió el disparo fatal. Sin embargo, en las imágenes de las cámaras de seguridad se observa, en principio, que Gómez dispara hacia las gomas del vehículo y su compañero Alarcón al habitaculo.
En tanto, la detención de Esquivel se produjo luego que admitiera haber plantado un arma para simular la existencia de un enfrentamiento. El peritaje al revolver calibre 22 determinó, además, que no estaba en condiciones de uso dado que le faltaban partes.
>> QUÉ FALTA
Hasta ahora la Justicia no determinó responsabilidades sobre lo sucedido en la escena del crimen y de la detención del auto en Nueva Córdoba. Según se cree, no se habrían tomado los recaudos necesarios para preservarla.
Soledad Laciar, la madre de Blas, dijo esta semana sobre ese tema: “Te soy honesta, te podría entender que la policía se equivocó, creyó una cosa, se equivocó y disparó. Pero acá no son los que dispararon, acá hubo cientos y cientos de policías queriendo tapar el moco que se habían mandado. A mí no me habló nadie para darme una explicación de lo que pasó, cuando digo nadie digo la Policía y hablo de políticos”.
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