El gobierno consiguió el apoyo del bloque Justicialista, que conduce el cordobés Carlos Caserio y, pese a la oposición de Cristina Fernández de Kirchner, pudo nombrar 14 jueces que ocuparán tribunales civiles y laborales.
Cristina había pedido rechazar los nombramientos, pero el bloque de los gobernadores aportó sus votos y el presidente Mauricio Macri pudo completar 14 vacantes que estaban cajoneadas en el Senado porque el oficialismo no conseguía los votos necesarios para hacerlo.
El cordobés Ernesto Martínez (Frente Cívico / Cambiemos), vicepresidente de la Comisión de Acuerdos, negoció con sus pares del PJ una lista de 14 magistrados con dictamen sin mayores polémicas y logró nombrarlos con una mayoría ajustada: 42 votos, cinco más que la mayoría. La lista incluye jueces civiles y laborales y defensores, la mayoría de Capital Federal, pero también de Misiones, Mendoza, La Rioja y uno de La Plata, provincia de Buenos Aires.
La lista negociada entre Cambiemos y el PJ excluyó los pliegos de juzgados penales. El kirchnerismo se negó a votarla, intentó dejar la sesión sin quórum, pero no lo logró. Se abstuvieron los progresistas Fernando “Pino” Solanas y Magdalena Odarda.
“El Gobierno tiene el sólo objetivo de asegurarse la designación de un número inédito de magistrados antes de retirarse. ¡No digan que hay acuerdo antes de pasar por el recinto! ¡No hay acuerdo! ¡Por eso no se aprueban!”, protestó Marcelo Fuentes, jefe del bloque del FpV-PJ, cuando Cristina ya se había ido.
La ex presidenta denunció que Macri intenta acaparar los tribunales para protegerse, pero Germán Garavano le recordó que las vacantes las había generado en su gestión por cubrirlas con subrogantes afines para protegerse.