Si bien anoche no había sido confirmado aun, el jefe de Gabinete Marcos Peña planeaba reunirse en las próximas horas con dirigentes cordobeses para analizar posibles acuerdos entre el PRO y la UCR y los mecanismos de selección de candidatos. El objetivo de este encuentro es que la fórmula del oficialismo nacional en la provincia de Córdoba surja por consenso y no por interna. Es la estrategia madre del presidente Mauricio Macri, Peña y Jaime Durán Barba.
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El intendente de la capital cordobesa, Ramón Mestre, cree que su suerte ha cambiado en las últimas semanas, en el sentido de que tiene posibilidades que el presidente Mauricio Macri defina que sea el candidato a gobernador por Cambiemos, como pretende, pero pese a ello sigue desconfiando. El martes, en la reunión del comité provincia que preside, podría definirse una fecha de elección interna para febrero o marzo del año que viene. “No hay más tiempo para elegir candidato”, aseguran en la UCR si se quiere enfrentar con alguna posibilidad de éxito al gobernador Juan Schiaretti a mediados de año. Fuentes del radicalismo señalan, que esta vez Mestre no aceptará ser marginado de la candidatura principal como sucedió en 2017, cuando Macri impuso a Héctor Baldassi al frente de la boleta de diputados nacionales. “Jugará con las dos estrategias a la vez”, aseguran, convencido de que es el mejor posicionado para disputar la gobernación.
Mario Negri es uno de los radicales con mayor llegada al interior del gobierno nacional. Llamativamente, confían en él tanto el presidente como Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica. Como titular del interbloque de Cambiemos en la cámara baja ha demostrado sobrada eficacia para ordenar la tropa radical y coordinar con el PRO y Carrió sin demasiadas estridencias. En Buenos Aires, es uno de los dirigentes oficialistas más convocado por los medios para explicar las medidas de gobierno. En los últimos días viene diciendo que lo ideal es que el candidato a gobernador sea producto del consenso, no de internas, y que a lo sumo, la elección se defina en favor de quien esté mejor posicionado en las encuestas. En dos ciudades en las que estuvo de campaña en los últimos días, dijo a los dirigentes locales que cuenta con un sondeo que le da 8 puntos de diferencia sobre el intendente capitalino y que él es el único que puede vencer a Schiaretti.
El tercero en discordia es el alfonsinista Dante Rossi, que reclama la realización de internas en Cambiemos para definir el candidato a gobernador de la alianza. Su sector obtuvo 140 mil votos en las PASO de 2017, aunque no llegó al piso establecido por la UCR para los candidatos de la minoría, esto es un 30% de los votos totales de la alianza, por lo que no pudo acceder a la candidatura de diputado nacional. Ha sumado con la ambulancia a los descontentos de la UCR de toda la provincia. Muchos dirigentes y militantes radicales consideran que las principales figuras del partido hacen seguidismo de Macri y que a este ritmo no habrá más radicalismo. De ese descontento profundo se nutre Rossi para meterse en la carrera. Ricardo Alfonsín ya lo bendijo en su última gira provincial por Río Cuarto, Río Tercero y Villa María como su candidato y anunció que hará campaña con él por toda la provincia. A pesar del planteo de Schiaretti de sumar a los progresistas a una alianza con el PJ Federal, Alfonsín asegura que es necesario dialogar con todos los sectores para construir los grandes acuerdos, pero desarrollar armados electorales con aquellos partidos y grupos afines. El justicialismo cordobés no se encuentra en este segundo plano.
Aquí es donde las tres estrategias, la de Mestre (acuerdo o interna), Negri (acuerdo) y Rossi (interna) se convierten en dos perfiles. Mestre y Negri representan, con sus matices, a la posición del presidente, y Rossi, a una versión crítica del curso del gobierno nacional. La debilidad de los dos primeros frente a Schiaretti, será justamente la de representar el mismo sistema de ideas, con peores resultados de Macri en la gestión. Rossi, en cambio y pese al menor volumen nacional de Alfonsín respecto de Macri, tiene la posibilidad de confrontar el neoliberalismo del gobernador desde una andarivel progresista, esto es, construir un espacio electoral propio y no compartido con el peronismo cordobés como sucede con los otros dos aspirantes de la UCR.
El otro jugador principal de Cambiemos, es Héctor Baldassi. Su suerte va de la mano con el PRO y Oscar Aguad. El partido presidencial cordobés dice que aspira a quedarse con la principal candidatura, pero está claro que con la unidad de todos sus sectores, se ordenó para ocupar el segundo lugar de la fórmula cordobesa. Las disputas estarán en la boleta de diputados (con Nicolás Massot), y la candidatura a intendente de Córdoba, donde Rodrigo De Loredo y Diego Mestre se cruzarían para dirimir la candidatura a intendente de Córdoba.
La crisis económica nacional debilita a Cambiemos y a los armados electorales del presidente; a ello se le suma la trágica muerte del ex gobernador José Manuel De la Sota, que potencia las posibilidades electorales del peronismo en el gobierno.
Ninguno de los tres pre-candidatos a gobernador tiene un contexto favorable. La crisis económica nacional debilita a Cambiemos y a los armados electorales del presidente; a ello se le suma la muy buena imagen positiva del gobernador y su gestión y la trágica muerte del ex gobernador José Manuel De la Sota, que potencia las posibilidades electorales del peronismo en el gobierno. Todas las encuestas indican que si los comicios fueran hoy, habría muy pocas posibilidades de que se imponga un candidato opositor.
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