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Las víctimas que lo vimos todas las semanas en la Mega Causa de La Perla pudimos apreciar, como en El Fausto de Goethe, la dureza y la firmeza del horror. Pero Menéndez no estuvo solo nunca cuando cometió sus crímenes, necesitaba de socios, y los tuvo. Y los principales fueron muchos jueces y empresarios argentinos que comían en su mesa, que lo aplaudían y sobre todo que lo obedecían.
Luciano Benjamín Menéndez fue condenado reiteradamente pero en esos juicios siempre se mantuvieron ocultos secretos vergonzosos. Ni que decir de la farsa del llamado juicio a los magistrados en Córdoba, un verdadero simulacro de Justicia con la simple finalidad de cumplir con un rito formal y decir y decir que la Justicia de Córdoba había podido juzgar a sus pares. Nada más alejado de la verdad.
Menéndez ha muerto, sus víctimas no tiene paz porque la verdad completa de ese genocidio nunca salió a la luz. El mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas es el de lograr que esos silencios vergonzosos sobre responsabilidades civiles, judiciales y empresariales con el Terrorismo de Estado alguna vez salgan a la luz. Porque el Terrorismo de Estado no fue sólo una metodología de de desapariciones y torturas de adversarios políticos, fue también un plan económico de saqueo del adversario político y de saqueo del país. Y todo con la complicidad de muchos jueces argentinos que se prostituyeron cumpliendo el rol de legitimadores del Terror.
[MURIÓ EL GENOCIDA MENÉNDEZ]
–Con la muerte del hombre que lo pergeñó ¿muere también el pacto de silencio?.
–Mackentor, el caso que conecta a los militares con un sector del poder económico.
–“Cachorro”, el dictador que murió en soledad y sin poder cumplir su sueño de perpetuidad.
–El represor que amaba las flores.
–Murió el genocida Menéndez, uno de los jerarcas de la última dictadura cívico-militar.
–El general no estuvo solo, tuvo como socios a muchos jueces y empresarios argentinos.
–La Corte confirmó la condena a perpetua de Menéndez por el crimen del obispo Angelelli.
–Para el tribunal, Otero Álvarez no estaba obligado a denunciar violaciones a los derechos humanos.
–Murió Víctor Martínez, el hombre que negociaba con la dictadura y terminó siendo vicepresidente.
–Murió Eduardo César Angeloz, el radical que hizo campaña con un lápiz rojo.
–Complicidad civil con la dictadura: dos condenas y dos absoluciones de funcionarios judiciales.
–Juicio de los Magistrados: En 1990 la CIDH ya hablaba de complicidad entre Justicia y dictadura.
–En Inglaterra murió Charlie Moore: Requiem para un hombre invisible.
–Yanicelli cobra una jubilación de $52.335,31 y sigue siendo policía.
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