Mediante el decreto 465/2024, publicado este martes en el Boletín Oficial, el Gobierno convocó a todos los usuarios residenciales (hogares) a reempadronarse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), que en la actualidad tiene tres niveles de segmentación: Nivel 1 (N1, ingresos altos) Nivel 2 (N2, ingresos bajos) y Nivel 3 (N3, ingresos medios).
La eliminación de la ayuda del Estado será gradual desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre y se podrá prorrogar por otros seis meses.
La “reestructuración de los regímenes de subsidios” tiene como principal objetivo trasladar a los usuarios los costos reales de la generación, producción y las importaciones de energía eléctrica y gas natural, además de promover la eficiencia energética y direccionar los recursos del Estado en la población más vulnerable.
De esta manera, se podrá avanzar con la suba de tarifas para otros segmentos de la sociedad argentina, que hoy pagan aproximadamente entre el 15 y el 20% del precio pleno del gas y el 5% de la electricidad. Los hogares N2 y N3 representan aproximadamente el 70% del total y están lejos de cubrir de su bolsillo los costos reales de abastecimiento.
El nuevo esquema que establece el Ministerio de Economía elimina el tope de aumentos a las tarifas que existía basado en la variación de los salarios. Al mismo tiempo, sí se podrían establecer topes a los volúmenes de consumo subsidiados en todas las categorías y segmentos residenciales, tanto para electricidad como para gas.
Por otro lado, se establece que podrán incluirse nuevos criterios para definir los niveles de la segmentación. De esta manera, la Secretaría de Energía podrá “rechazar la solicitud del beneficio o excluir al hogar del padrón de beneficiarios”. Durante la audiencia pública por la Canasta Básica Energética, el Gobierno había dicho que como criterios de exclusión podrían ponerse la prepaga, la compra de dólares y hasta los viajes al exterior.
En cuanto a los nuevos criterios, el decreto establece: “Modificar la denominación y el criterio de segmentación de las categorías de usuarios residenciales, incorporados en el RASE, incluyendo la revisión de los indicadores patrimoniales de manifestación de ingresos, así como la posibilidad de su unificación para establecer una única categoría de usuarios residenciales que requieran asistencia para acceder al consumo indispensable de energía”.
Finalmente, el documento agrega que van a “revisar periódicamente los volúmenes de consumo máximo a subsidiar, así como los montos o porcentajes de los descuentos sobre el componente Energía”.
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