En febrero de 2018, fue la última vez que los sueldos registraron un valor positivo en la comparación interanual, según informó el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos). Desde entonces, vienen perdiendo sistemáticamente frente a la inflación y, de acuerdo a datos oficiales, en esos 18 meses acumularon un retroceso del 14,3% de su capacidad de compra al quedar 26,5 puntos porcentuales detrás de la inflación.
Mientras que, en la comparación con agosto de 2018, el INDEC informó que los salarios en su conjunto subieron 42,4% y quedaron 11,2 puntos porcentuales detrás de la inflación. Esto equivale a una caída del 7,3% del poder de compra, que se agrava a casi el doble en el caso del empleo no registrado.
En el desglose de los salarios por tipo de empleo, se evidencia que los salarios en negro perdieron 12,3% de la capacidad adquisitiva porque solo subieron un 34,7% respecto de agosto de 2018.
Por su parte, los salarios de los trabajadores en blanco perdieron 6,1% de su poder de compra, producto de la caída del 6,3% observada en el sector privado y el retroceso del 5,7% en los salarios del sector público. En términos nominales estos subieron 43,9% y 44,8% respectivamente.
Con mayor grado de precisión y basándose en información de la ANSES, el Ministerio de Trabajo y Producción reconoció que el salario promedio perdió 7,5%.
“En agosto de 2019 la remuneración nominal bruta promedio alcanzó los $46.405 (+48,3% interanual), mientras que la mediana fue de $36.207 (+43% interanual). En términos reales, teniendo en cuenta el efecto de la variación del nivel de precios al consumidor, en agosto de 2019 la remuneración real promedio cayó 4,1% frente a igual mes del año anterior y la remuneración real mediana 7,5%”, informó el equipo de Dante Sica.