Una situación que la mayoría de las actividades privadas exponen a través de las organizaciones sindicales, como así también por parte de las propias trabajadoras y trabajadores que allí se desempeñan, son los bajísimos salarios de bolsillo que perciben.
Desde hace años, tenemos problemas estructurales a nivel país como son en primer lugar la inflación elevada (de dos dígitos), y luego la pobreza estructural (más del 50% del pueblo) y el hambre (6 de cada 10 niños sufren el hambre), entre otros puntos. Esto demuestra un claro fracaso de la clase política, de sus medidas económicas y del lobby nefasto de sectores de empresarios bien acomodados, que promovieron, promueven y seguramente continuarán promoviendo la reforma laboral.
Es el pueblo trabajador, especialmente, pero también quienes no han tenido las posibilidades de no conseguir trabajo (que deben recurrir a los planes sociales), y no debemos olvidarnos de la gravísima situación que padecen los jubilados, quienes más afectados están desde hace años, pero hoy en día también.
La inmensa mayoría de los activos del sector privado en Córdoba y en el resto el territorio nacional, tienen salarios por debajo de la canasta básica familiar, y no tienen premios.
Existen actividades estatales y privadas; que tienen salarios dignos y cobran premios. Hablamos de verdaderas conquistas y no de privilegios como le llaman sectores que promueven la esclavitud moderna nacional.
No se puede aceptar que ningún salario privado (y estatal) se siga ubicando por debajo de la canasta básica familiar, porque de tan forma se vulneran normas legales vigentes, comenzando por el Artículo 14 Bis de la Constitución Nacional cuando se establece que los trabajadores deben tener salarios dignos.
Asimismo, los sindicatos y las bases de esos gremios deberían trabajar para incorporar a sus propios Convenios Colectivos de Trabajo, el pago de premios.
El Artículo 14 bis de la Constitución Nacional, también habla del derecho de los trabajadores, en la participación de las ganancias de las empresas.
Salarios y premios, deben ser dos de las agendas que los gremios privados de Córdoba, y de todas las provincias deben impulsar, trabajar y gestionar para el beneficio de quienes representan.
En la gestión del ex-presidente Mauricio Macri, el pueblo trabajador dijo no a la reforma laboral.
Argentina es un país con enormes riquezas naturales, con uno de los territorios más extensos de mundo, y tiene excelentes recursos humanos.
Llegó el tiempo de que desde la política y desde los sectores empresariales y económicos más importantes se comiencen a nivelar salarios, premios, y convenios colectivos hacia arriba, y no hacia abajo como fue históricamente.
En definitiva, el marco legal laboral de aquí así lo establece.
Recordemos que el principio de progresividad en materia laboral, con relación a los Convenios Colectivos de Trabajo, establece, por ejemplo, en el caso de los derechos, que los mismos pueden ampliar o crear nuevos derechos; pero bajo ningún concepto se puede restringir o eliminar derechos adquiridos.
Llegó el tiempo de que los gremios privados y sus bases instalen esta agenda en la política local, nacional, pero principalmente a los empleadores.
Si bien estamos en medio de una pandemia, la historia nos ha demostrado que todas las conquistas históricas en el movimiento obrero no se lograron de un día para el otro.
* Carlos Emanuel Cafure es abogado laboralista.
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