(Por Pablo Tissera *) El sistema capitalista neoliberal financiero como estructura de dominación mundial y la pandemia como emergente que deja al descubierto las tremendas desigualdades sociales que genera el sistema, han sumido a la sociedad en una profunda crisis social y económica que impacta negativamente con mayor peso en los países en vías de desarrollo y de los llamados del tercer mundo.
Haciendo un poco de historia, en nuestro país vivimos un oasis en el periodo 2003-2015 con un Estado presente y activo que nos sacó de la crisis del 2001, en el que Néstor Kirchner recibió una Argentina con el 50% de su población en condiciones de pobreza y Cristina Fernández dejó un 20% de habitantes por debajo de la línea de pobreza, éstos resultados se lograron a partir de la implementación de un modelo económico productivo con inclusión social y una política de desendeudamiento que nos dio soberanía económica para la toma de decisiones.
El año 2016, y a contramano de las expectativas de la ciudadanía, fue el comienzo de la primer pandemia con la gestión Macrista y la aplicación de políticas neoliberales que llevaron a nuestro país a un 40,8% de la población en situación de pobreza a fines de 2019 según datos de la UCA. En aquel año de elecciones presidenciales el electorado dijo basta de neoliberalismo como lo hizo con la pueblada del 19 y 20 de Diciembre de 2001 y decidió cambiar el rumbo hacia la producción, el trabajo y el desendeudamiento.
Entrado el 2020, padecimos la pandemia del Covid-19, un virus que paró la actividad económica mundial con un sistema de salud público desguazado por distintas etapas en las que primó un Estado ausente y neoliberal que lejos valorizar lo público facilitó la mercantilización de la salud, el ser humano y todo lo que se le cruce en su camino.
Llegamos al último trimestre del 2021, con un 40,6% de pobreza, unas centésimas menos que a fines de 2019 (año sin pandemia), con indicadores positivos de reactivación que promedian un 8% de crecimiento del PBI, con elecciones PASO que dejaron un llamado de atención.
El gobierno nacional conducido por Alberto y Cristina viene ejecutando diferentes políticas públicas que permiten continuar disminuyendo la desigualdad social, bajando los indicadores de pobreza, y con ello satisfacer necesidades de salud, educación, alimentación, vestimenta y vivienda. Destaco dos políticas sociales de estos días, por un lado el incremento de las asignaciones familiares que tendrán un aumento del 7,5% y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) 4 con destino a 9 millones de trabajadores/as de la economía informal.
Contra la derecha, los grandes grupos concentrados de la economía y sus soportes, como el partido judicial, el campestre y el mediático, conducidos por una dirigencia política que se agrupa en Juntos por el Cambio (#JxC) sumando fuerzas cómplices como Hacemos por Córdoba (#HxC) en nuestra provincia, debemos seguir construyendo una salida colectiva, unidos, unidas y unides, entre todxs, trabajando por un proyecto político nacional, popular, democrático, latinoamericanista, feminista, representado por el Frente de Todxs (#FdeT), construyendo las mayorías ciudadanas necesarias para conseguir las mayorías institucionales en el Congreso, y con ello continuar profundizando el rumbo que se inició a fines del 2019 camino a la consolidación de una sociedad justa, inclusiva y solidaria.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista, secretario General Psol Córdoba y candidato a diputado nacional por el Frente de Todos.
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