Jorge Busti fue gobernador de Entre Ríos en tres periodos; diputado y senador nacional e intendente de Concordia. En Entre Ríos no hay reelección. Eso quiere decir que Busti, fallecido el pasado 20 de diciembre, fue elegido por el voto popular siempre estando en el llano. No es el caso de las provincias feudales argentinas.
Toda gestión de gobierno genera aplausos y críticas. Pero nadie podrá desconocer que Busti fue un hombre respetuoso de la Ley, de la Democracia y de la libertad de expresión. Fue un peronista decente que nunca robo desde el poder del Estado.
Pero vamos a su historia como gobernante, que es la mejor forma de honrarlo. No quiero caer en los elogios fáciles a un amigo muerto.
En 1990 me acompañó ante la Comisión Interamericana de DD.HH. en defensa de los presos políticos del Terrorismo de Estado a quienes la Justicia Argentina les había negado todo derecho de Verdad, Memoria y Justicia. Fue la primera Solución Amistosa en el Sistema Interamericano de DD.HH., Decreto 70/91. Fue miembro fundador en 1989 del Servicio Argentino de DD.HH. la más antigua ONG de DD.HH. del interior del país con un expreso compromiso entre los DD.HH. y la legalidad democrática.
En 1994, como convencional constituyente, integró la Comisión de Tratados que sancionó los nuevo Arts. 75 inciso 22 y 36 de la Constitución Nacional. A mi juicio, el mayor logro de la Reforma Constitucional Argentina. La Jerarquía Constitucional de los Tratados de DD.HH. y el fin de la vergonzosa Doctrina de la Corte sobre la Continuidad Jurídica del Estado del año 1930. Doctrina que legitimó todos los Golpes de Estado del Siglo XX y el Terrorismo de Estado. Jorge Busti tuvo un protagonismo central en la Convención Constituyente para lograr la sanción de estas normas.
En el año 2000, Busti preside la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos de la Cámara de Diputados que juzga la idoneidad del Diputado electo Domingo Antonio Bussi. El dictamen de esta Comisión es el primero en el derecho parlamentario latinoamericano que pone límites al voto popular cuando el elegido por el pueblo ha sido procesado por Crímenes de Lesa Humanidad. Ese dictamen declara que el procesamiento firme por Crímenes de Lesa Humanidad lo priva al diputado electo de su derecho a incorporarse a la Cámara. El dictamen firmado por Busti abre un debate de alta intensidad en las Democracias Latinoamericanas. Los DD.HH. están por encima del voto popular. Ver libro “El Caso Bussi” (Imprenta del Congreso Argentino).
En el año 2005, Busti es el único gobernante argentino que se compromete abiertamente con la defensa del medio ambiente contaminado por las Pasteras finlandesas en el Rio Uruguay. Eso nos llevó de vuelta a la Comisión Interamericana de DD.HH. con un sólido argumento jurídico de que las violaciones al medio ambiente eran violaciones autónomas de los DD.HH. de la Convención.
También, Busti acompañó con su firma ante la Comisión Interamericana, la defensa del argentino condenado a muerte en Texas, “Victor Saldaño c. EEUU”. Este es el único caso ante la Comisión donde los EE.UU. son derrotados jurídicamente y se declara con valor jurídico vinculante el Racismo Judicial en el Sistema Judicial Americano. Se declara la nulidad de las condenas de muerte del argentino Saldaño por estar basada en racismo probado.
Con el mismo fundamento en los DD.HH. de la Convención cuestionamos la legitimidad de la Deuda Externa Argentina posterior al 2001. Sostuvimos que había que honrar la deuda de la Nación Argentina, pero no a costa de los DD.HH. de vida, libertad y económico social.
Esto habla de un gobernante con compromisos auténticos con los DD.HH. en serio y no con la versión panfletaria ni utilitaria que tan a menudo vemos en la Argentina de los últimos años.
La Democracia Argentina de 37 años ha fracasado en muchos aspectos. Tenemos la inflación más alta del mundo, el crecimiento más alto de la pobreza de toda América, el más bajo crecimiento económico del PBI y el más alto índice de corrupción.
En ese contexto de fracasos, Busti era un ave rara. Nunca aceptó la grieta y por eso, en los últimos años, fue marginado. Pero mantuvo sus principios intactos y, sobre todo, que primero está la Patria. Ese es el mensaje que nos deja.
* Juan Carlos Vega es ex presidente de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación. Abogado UCC. Sociólogo UCL.
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