El politólogo Gustavo Córdoba asegura que “se percibe que los votantes de Macri tienen una especie de desconfianza mucho más notoria respecto de la actitud y la información del gobierno, que los votantes de Alberto Fernández”. Sin embargo, apunta que un dato sustancial para comprender el escenario actual, es que los grupos de mayor edad se auto perciben como mejor informados que los de menor edad.
Córdoba es director de la consultora Zuban, Córdoba & Asociados. Durante la conversación, analizó la comunicación de riesgo que lleva adelante el Ejecutivo y el presidente Fernández frente a la Pandemia de coronavirus COVID-19 y consideró que ha mejorado respecto del inicio, el pasado 3 de marzo, y de la cadena nacional del jueves último. También definió que el ministro de Salud Ginés González García no fue un vocero eficaz y que “fue correcto” reemplazarlo de ese rol. La que sigue es la entrevista.
¿Cómo evalúas la comunicación de riesgo del gobierno nacional frente a la pandemia del coronavirus?
Hay que decir que todavía que no estamos en un contexto de crisis, si en un contexto de comunicación de riesgo. Para ser ecuánime, en este contexto, en primer lugar, el gobierno arrancó con una cadena nacional que no introdujo ninguna novedad ni elemento diferente a lo que ya se venía conociendo; es decir no hubo un aprovechamiento por parte de la sociedad de esa cadena nacional más allá de ser la primera de Alberto Fernández. Si creo, que con el correr del tiempo vimos en el día domingo a la tarde, en la conferencia de prensa, un cambio sustancial. Lo vimos en el tono, en el contenido, y en la parte simbólica de la comunicación de riesgo del gobierno. De pronto, muchas de las cosas que sea venían haciendo mal se empezaron a ajustar. Mi consideración es que todavía es mejorable la comunicación de riesgo del gobierno, pero en este punto ha mostrado una clara mejoría. El hecho de la excepcionalidad, de mostrarse con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta es un dato a tener en cuenta, un dato de que existe un mensaje simbólico de que esto va más allá de las grietas políticas a las que hemos estado acostumbrado los argentinos a vivir en los últimos años. Y en general, me parece que también estuvo muy bien la introducción del temor, como un elemento que puede llegar a repercutir en la vida de cada uno de nosotros sino cumplimos con las normas que está estableciendo el gobierno. Después podemos discutir o no el alcance de las medidas, me parece que el tono, la pedagogía, y la ejemplaridad tuvieron por primera vez un protagonismo en un contexto de comunicación de riesgo.
¿Es correcto que el presidente participe de este esquema de comunicación?
En realidad, el presidente es una figura importante y, como tal, puede participar activamente de la comunicación, en la medida en que, en el contexto de una comunicación de riesgo, se entienda de que hay que centralizar, poner en un único lugar la emisión de la totalidad de los mensajes. Si Alberto Fernández quiere ser el vocero de esta situación, pues bien, sí, pero con determinadas condiciones. El elemento central de toda esta comunicación debiera tener como mínimo la idea de que no todo lo que se dice y se lee en términos legales, es entendido por la gente de la misma manera. Me parece que hay tiempos y contextos, en los cuales el vocero, en este caso el presidente, debe darse cuenta. Y ese cambio, es el que se verificó desde la cadena nacional a la conferencia de prensa del domingo a la tarde. Después, lo que hay que ver también que no se puede anunciar en potencial alguna medida, en un contexto de profunda ansiedad en la cual estamos todos los argentinos y gran parte de la humanidad en este momento. Anunciar a la mañana que se está estudiando la idea de una cuarentena total no hace más que agudizar la expectativa de comprar productos y de “stockearse” con artículos de primera necesidad. Me parece que, en ese punto, más que amagar con un anuncio, hay que directamente, en este contexto, anunciarlo.
¿Qué elementos debería tener en cuenta la comunicación de riesgo sobre el coronavirus?
Los elementos de toda comunicación de riesgo son entender el contexto, tener un protocolo y centralizar la emisión de los mensajes. Evidentemente, a contextos más intensos y de mayor ansiedad, posiblemente haya que ordenar un par de comunicaciones diarias, en la cual el mismo vocero de las novedades o haga un parte con la actualización de la información. Sería importante tener un protocolo en el cual todas las cuentas oficiales confluyan con esa cuenta oficial rectora de la comunicación de riesgo.
El ministro de Salud Ginés González García ha sido reemplazado como vocero del gobierno. ¿Crees que es correcto?
Evidentemente, Ginés González García no fue el vocero más eficaz y es ensayo, error. No veo mal que el gobierno haya reemplazado su rol como vocero en esta gestión de riesgo. Es una evaluación que se hace día a día y creo que es muy correcto, y ensayo y error, es el formato adecuado.
¿Hay una división electoral, a partir del voto en las presidenciales, respecto de la percepción de la población sobre la eficacia de la comunicación oficial frente a la pandemia?
Se percibe que hay una división en la apreciación tanto en la actitud del gobierno como en la calidad de la información que emite el gobierno respecto de esta pandemia. Evidentemente, la grieta no pasa desapercibida y se percibe que los votantes de Macri tienen una especie de desconfianza mucho más notoria respecto de la actitud y la información del gobierno, que los votantes de Alberto Fernández. De cualquier modo, el dato más significativo, es que los grupos mayores de 60 años se auto perciben como mayormente informados y los más jóvenes, los menores de 30 años, entienden que tienen menor cantidad y calidad de información respecto de la pandemia.
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