La jueza Layla Córdoba prorrogó por tres meses las medidas de restricción mutua entre el jefe del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), Juan María Bouvier, y una oficial de la institución (cuyas iniciales son N.D.F) que lo denunció por violencia de género y hostigamiento laboral. Lo resolvió de manera “preventiva” y a causa “de la salud” de la mujer denunciante, que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico por las experiencias vividas en el SPC. Esta disposición tendrá vigencia hasta los primeros días del mes de marzo de 2021.
¿En qué consiste la medida dispuesta por la jueza? En que ninguno de los dos (N.D.F, la víctima; ni Bouvier, el denunciado) podrá presentarse en el domicilio o residencia, lugar de trabajo, estudios, de esparcimiento u otros lugares que frecuente (el otro). Prohibir a los nombrados todo tipo de comunicación, por cualquier medio: verbal, telefónica, personal, incluso por medios informáticos o cibernéticos, o por interpósita persona, como asimismo relacionarse, entrevistarse o desarrollar cualquier conducta similar y que implique tomar contacto entre sí”.
N.D.F tiene tiene 40 años y es madre de dos hijos. Oficial del SPC, segunda calificación de su promoción, con una amplia formación y capacitación, comenzó a sufrir violencia laboral y de género cuando se separó de José Gustavo “El Caña” Heredia, en abril de 2010.
Heredia fue subjefe del SPC hasta diciembre de 2019 y es amigo personal de Bouvier, según la denuncia judicial presentada ante el Juzgado a cargo de la jueza Córdoba.
La denuncia judicial presentada en septiembre, afirma en dos de sus tramos:
“Que los hechos que narrare a continuación se produjeron con conocimiento e intervención en algunos casos de la Plana Mayor del Servicio Penitenciario de Córdoba en cabeza del Sr. Inspector General Juan María Bouvier”.
“Desde de mi ingreso a la institución hasta el 2010, mi desempeño laboral fue óptimo, mis calificaciones fueron muy buenas, (…) a posteriori de la separación comencé a transitar por diferentes destinos sin justificación alguna de los movimientos todos los cuales era ordenados por el Sr. Juan María Bouvier, Jefe del Servicio Penitenciario de Córdoba y amigo personal del Sr. Heredia”.
Puntualmente, N.D.F fue traslada en varias oportunidades a destinos del interior de la provincia, fue postergada en sus ascensos y sufrió hostigamiento laboral de distinto tipo a través de distintas oficiales. El punto culminante de su situación en el SPC, se produjo cuando fue agredida por una interna del penal de Bouwer, lo que le produjo “estrés postraumático”.
La novedad es que la jueza Córdoba dictaminó también que se ponga en conocimiento del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sobre la demanda de género realizada por la mujer, “requiriéndole que desde el área pertinente se analice la posibilidad de otorgar un pase en comisión a N.D.F. a otro ámbito de la administración pública que no sea el Servicio Penitenciario, a cuyo fin acompáñese copia del certificado médico”.
También puso en conocimiento del Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario sobre la demanda de género planteada por N.D.F.
Y por ultimo, requirió al Departamento de Reconocimientos Médicos y Control de Ausentismo del SPC, que conduce la actual pareja de Luis Gustavo Heredia, la médica Laura Barrera, que “informe a este juzgado los motivos por los cuales se ordenaron juntas médicas a N.D.F”. Cabe recordar que esta medida fue dispuesta pese a que la víctima presentó toda la documentación sobre su estado de salud, con la firma de profesionales responsables.
>> COBERTURA
VER Juan María Bouvier: El obediente que siempre cayó parado.
VER “El Caña” Heredia: El hombre que logró sembrar miedo dentro de la jefatura.
VER ¿Qué es la Violencia Laboral?
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