Las bacterias son fundamentales para la vida y la salud humana. Desde hace años, el papel de la microbiota intestinal va tomando importancia en numerosas enfermedades, entre ellas, el cáncer. Esta semana, la revista Science publicó dos estudios sobre cómo los microbios que viven en el tracto digestivo humano pueden influir en la respuesta del cáncer a la inmunoterapia, lo que abre una nueva vía para optimizar su tratamiento.
Ambas investigaciones sugieren que mantener una flora intestinal saludable ayudaría a combatir diversos tumores. En primer lugar, Bertrand Routy y su equipo, del centro francés de investigación Gustave Roussy, exploraron la influencia de los antibióticos en los pacientes con cáncer de pulmón o riñón sometidos a un tipo de inmunoterapia que activa el sistema inmunitario para atacar los tumores, llamada anti PD-1.
Los pacientes que habían tomado previamente antibióticos para algún tipo de infección presentaron una supervivencia menor que aquellos que no los consumieron.
Tras el análisis de los microbios intestinales, los autores observaron que la abundancia de la bacteria Akkermansia muciniphila se asociaba con el mejor resultado clínico. La especie fue detectada en el 69% de los pacientes que presentaron una respuesta parcial y en el 58% de aquellos que mantuvieron la enfermedad estable con el tratamiento. Sin embargo, sólo fue detectable en el 34% de los pacientes que no respondieron a la terapia.
Además, los científicos comprobaron que, en ratones tratados con antibióticos, los suplementos orales con bacterias aumentaron la eficacia de las células inmunitarias de los roedores.
En el segundo estudio, los autores –de la Universidad de Texas y el centro del cáncer MD Anderson de Houston, ambos en EE UU– afirman que los pacientes con melanoma que responden mejor a la misma inmunoterapia PD-1 poseen mayor diversidad de microbios intestinales y abundancia de ciertas bacterias.
“Se puede cambiar el microbioma, no es tan difícil, así que estos hallazgos abren oportunidades enormes”, explica Jennifer Wargo, líder del estudio. “Nuestras investigaciones en pacientes y el posterior trabajo con ratones revela que nuestras bacterias intestinales modulan la inmunidad tanto sistémica como antitumoral”.
Para llegar a estas conclusiones, publicadas en Science, recolectaron muestras fecales de 112 pacientes con melanoma avanzado que también estaban tomando inhibidores de PD-1 y analizaron su microbioma.
Los pacientes cuya flora intestinal estaba enriquecida con las bacterias Faecalibacterium y Clostridiales tenían más probabilidades de responder al tratamiento y experimentar una mayor supervivencia libre de progresión, es decir, más tiempo en el que la enfermedad no empeora durante y después de la medicación.
Por el contrario, se observó justo lo opuesto en los pacientes cuyos microbiomas se enriquecieron más con las bacterias del orden Bacteroidales, que presentaban una progresión más rápida de la enfermedad.
Cuando los científicos de Texas trasplantaron a ratones libres de gérmenes los microbios de los pacientes que respondieron al tratamiento, se obtuvieron resultados similares a los observados en humanos.
Al monitorear su respuesta a la inmunoterapia, los ratones que recibieron trasplantes de pacientes con buena respuesta tuvieron un crecimiento tumoral reducido, así como una mayor densidad de células T beneficiosas y niveles más bajos de células inmunosupresoras.
Fuente: Agencia Sinc (www.agenciasinc.es).
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