El gobierno anunció este viernes modificaciones en el régimen de compras de productos del exterior a través del sistema Courier (envíos por correo). A partir de diciembre, el límite para compras se elevará de 1000 dólares a 3000 dólares por envío, alineándose con los estándares de otros países de la región. Además, se eliminarán los aranceles para compras de hasta 400 dólares destinadas al uso personal. En estos casos, únicamente se tributará el Impuesto al Valor Agregado.
Durante una conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne, explicaron los alcances de la medida. Adorni ejemplificó con el caso de una campera que, al ser comprada en el exterior por 100 dólares, actualmente paga 67 dólares en impuestos. Con el nuevo esquema, solo abonará 21 dólares.
Por otro lado, los productos que no superen los 400 dólares tampoco estarán sujetos a la tasa estadística, y los impuestos aplicarán únicamente sobre el excedente de dicho monto.
En detalle, el régimen courier permite hasta cinco envíos por año y es utilizado por empresas como Amazon. “Queremos que todos los argentinos puedan acceder a precios más competitivos, no solo quienes tienen la posibilidad de viajar y comprar en el exterior. Con estas medidas ampliamos la oferta de productos para todos, especialmente de cara a las fiestas”, expresó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Desde la Secretaría de Comercio señalaron que esta decisión no afecta el régimen de importación “puerta a puerta” operado por correos oficiales, que tendrá cambios específicos en semanas próximas.
Con estas modificaciones, el límite para importaciones mediante courier en Argentina volverá al nivel establecido en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri. En comparación, en países vecinos como Uruguay el tope es de 200 dólares, mientras que en Bolivia y Paraguay es de 1000 dólares. Brasil y Chile permiten hasta 3000 dólares por envío, y en Ecuador el límite varía según la categoría, entre 400 y 5000 dólares.
“Esto es parte de la normalización del comercio exterior que empezó con el fin de las Siras y que siguió la importación de productos para generar mayor competencia y la eliminación de reglamentos técnicos, licencias y otras cargas burocráticas innecesarias. Todo esto tiene como fin que Argentina sea un país más libre en contraposición con el que se encontró el gobierno el 10 de diciembre último, cuando la Argentina era el tercer país más cerrado del mundo, detrás de Sudán y de Etiopía”, dijo Adorni.
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