¿Qué hubiera pasado si el escrutinio provisorio se hubiera suspendido el 22 de octubre y no este domingo 13 de agosto? Un escándalo político e institucional de consecuencias inimaginables hoy y, por supuesto, de compleja reparación. La prolongación de esta indefinición pone en juego la transparencia de la elección y la salud del sistema democrático. Este episodio impacta, además, sobre la elección legislativa de octubre en todo el país y pone en duda la capacidad del gobierno nacional de garantizar la transparencia del comicio y también de respetar un resultado adverso.
Al hecho, se agrega que la candidata perjudicada es una ex presidenta de la Nación, que en principio marchaba rumbo a la victoria de este tramo electoral por una ajustadísimo margen sobre el candidato del oficialismo nacional. Quedaron sin incorporar más de 300 mil votos, buena parte de ellos de la Primera y Tercera Sección Electoral, las más empobrecidas del Gran Buenos Aires, con una diferencia de apenas 6 mil sufragios.
Si bien, las dificultades con los telegramas son corrientes en los escrutinios provisorios, aquí restaban incorporar al conteo más del 4% de las urnas.
Ayer, la ex presidenta y candidata a senadora nacional, Cristina Fernández de Kirchner, denunció la existencia de otras irregularidades en las PASO realizadas en la provincia de Buenos Aires. “Se encontraron 279 urnas donde el telegrama dice que Unidad Ciudadana tiene cero votos”, afirmó luego de un encuentro con el candidato a diputado nacional de la provincia de Santa Fe, Agustín Rossi en el Instituto Patria. Obviamente, ni Cambiemos ni Unidad Ciudadana podrían haber tenido tantas mesas de votación con cero sufragios a su favor.
Cristina Fernández denunció a través de un video en su cuenta de Facebook que “después de las 22 horas la diferencia que era de 6 puntos comenzó a bajar y ellos no volvieron a subir, salvo cuando hablé a las 4 de la mañana -del lunes 14- en que la diferencia subió a 0,08%. Luego, lo pararon (al escrutinio) porque se ve que no tenían más mesas donde ganara Cambiemos”.
“El voto electrónico es la patente para la trampa, por eso, viendo lo que han hecho en su primera elección…”, dijo Cristina. “En todo el mundo están abandonando el voto electrónico y acá siguen insistiendo”, agregó.
“No importa a quién se vote, importa que respeten a quién votes y además que puedas enterarte quién ganó”, reflexionó la líder de Unidad Ciudadana. “Ni los santafesinos, ni los bonaerenses ni los argentinos en general nos merecemos lo que pasó este fin de semana porque nunca había sucedido. Durante los 12 años que estuvimos nunca pasó, perdimos parlamentarias, perdimos la presidencial… Lo único que reclamábamos era un comportamiento democrático y ciudadano”.
En tanto, Rossi que venció a Cambiemos en Santa Fe, contó sobre su situación: “Habían cargado el 100 por ciento de las mesas de la ciudad de Santa Fe y en Rosario sólo teníamos el 35 por ciento y estábamos cinco puntos abajo. Cuando cargaron Rosario a la madrugada, terminamos 0,5% arriba”, dijo Rossi, quien además criticó la actitud de los candidatos de Cambiemos en Santa Fe: “Salieron a decir que habían ganado por amplia diferencia”. Y agregó: “Manipularon los votos en los lugares que podían perder”, planteo Rossi.
Por su parte, el gobierno a través del jefe de Gabinete, Marcos Peña, le apuntó el lunes al sistema electoral vigente como causante de que no se finalizara el escrutinio provisorio. En esa oportunidad pidió que se implemente el voto electrónico. Ayer, la gobernador de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aseguró que “Cristina debe estar decepcionada porque no sacó los votos que imaginaba”.
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