La crisis económica no es gratis. La Argentina post 26 de octubre aparece como un país partido en dos y con el sistema político en terapia intensiva. Tres datos sobresalen de una encuesta nacional de D’Alessio Irol – Berensztein realizada en la semana siguiente a los comicios legislativos del pasado 26 de octubre: Un solo dirigente nacional (el ex jefe de Gabinete, Guillermo Francos) tiene diferencial positivo (de 1 pp.) entre imagen positiva y negativa, el resto de la dirigencia política posee diferencial negativo, lo que evidencia un fuerte rechazo a “la política” sin importar partido o posición ideológica; sólo el 45% está satisfecho por el triunfo electoral del gobierno; y la “incertidumbre por la situación económica” es la principal preocupación de los argentinos.

El trabajo de opinión pública fue realizado en forma online entre el 29 y el 31 de octubre de 2025 e incluye las respuestas de 1.100 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país. Como se puede observar, se efectuó apenas tres días después de los comicios legislativos nacionales que le dieron la victoria al oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) y el presidente ultraderechista, Javier Milei. Es decir, se puede considerar que se trata de una foto de las condiciones en las que se produjo el triunfo libertario.
Resulta impactante que apenas un dirigente político tenga diferencial positivo (imagen positiva menos imagen negativa). Se trata de Guillermo Francos, el ex jefe de Gabinete, eyectado del gobierno nacional luego de la victoria electoral. Sin embargo, el diferencial es de apenas 1pp. (46% de imagen positiva y 45% de negativa). Es decir, casi la mitad de los encuestados tiene una visión negativa del único dirigente que escapa casi milagrosamente de la bronca social contra el sistema político. Su situación y su salida de la administración nacional, permiten inferir que una parte de la sociedad valora su perfil dialoguista y que, en cambio, el triángulo de hierro del poder (Milei, su hermana Karina y Santiago Caputo) lo consideran un disvalor. Quizá, ese hecho, deba ser leído como una señal de que la administración nacional no aspira a reducir los desencuentros, sino a profundizar el camino recorrido hasta ahora.
La ministra de Seguridad y senadora electa por CABA, Patricia Bullrich, tiene un diferencial negativo de 11pp y comparte con Francos el hecho ser la segunda dirigente con más de 40% de imagen positiva (42% versus 46% del ex funcionario). El resto, libertario, peronista, macrista o radical tiene una imagen positiva inferior a 40%. Entre ellos, el nuevo ministro del Interior Diego Santilli, con el 39% de aprobación de su figura y -16pp. de diferencial.
Respecto de los diferenciales negativos la crisis es transversal. Por ejemplo, el ex presidente Mauricio Macri tiene -17pp; la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, -37pp.; el actual presidente Javier Milei, -19pp.; y el principal dirigente opositor, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, -19pp.
Otro capítulo es para las principales figuras de la gestión económica: el ministro de Economía, Luis Caputo tiene -20pp de diferencial e imagen negativa para el 56% de los argentinos; y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, arrastra -19pp de diferencial y 54% de imagen negativa. En este último caso, uno de cada diez argentinos, no respondió sobre él.
Se trata de valores congruentes con la perdida de votos que tuvieron los dos bloques políticos y económicos principales y el crecimiento de los no votantes, que llegó a 11,4 millones de personas, superando incluso el caudal de votos de la fuerza ganadora por 2,1 millones de votos. La centroderecha dejó en el camino, en estos comicios, a 5,1 millones de sufragios respecto de la primera vuelta de 2023. El peronismo también tuvo una importante caída de 2,31 millones de adherentes.
Al analizar el desglose por fuerza política de la imagen positiva de los dirigentes funcionarios, la división es abrumadora. Ninguno de la derecha o la centroderecha cosecha dos dígitos de aprobación en la centroizquierda, ni viceversa. Francos tiene imagen positiva en el 89% de los votantes libertarios y apenas 4% entre los de Fuerza Patria. Bulrrich o Milei reúnen 87 y 82% entre los propios y apenas el 1% en el peronismo. La vicepresidenta Victoria Villarruel es la única que cosecha más simpatías entre peronistas, pero de apenas el 7%. Sin embargo, su performance del otro costado del espectro político reduce la adherencia de los votantes mileistas, ya que sólo el 59% la ve con buenos ojos (-13pp. que el presidente y -17pp. que la ministra de Seguridad. Al revés, Kicillof suma 90% de aprobación entre los peronistas y 0% entre los votantes de LLA. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner acumula un 69% de apoyo en los adherentes de Fuerza Patria y 1% entre los seguidores del presidente Milei. Juan Grabois, tiene un 77% de imagen positiva entre peronistas y un 1% entre libertarios y macristas.
OTROS DATOS CLAVE
Un 45% de los encuestados está feliz con el resultado de las elecciones, al tiempo que un 52% se muestra descontento. Se manifiestan felices el 93% de los votantes de LLA y el 53% de Provincias Unidas. Entre los de Fuerza Patria, sólo el 2% expresa felicidad por el resultado.
La evaluación negativa de la situación económica respecto del año pasado se deterioró levemente. Un 62% de los encuestados considera que la situación está peor que el año pasado, mientras que un 35% cree que está mejor. El 74% de los votantes de LLA mantienen su optimismo, en tanto que lo inverso sucede con los votantes de FP, entre quienes el 96% evalúa negativamente al transcurso económico.
Respecto de las expectativas económicas para el año próximo, la consultora señala que las cifras se mantienen en niveles similares al mes anterior. Un 44% de la población cree que la economía estará mejor dentro de un año y un 52% evalúa que estará peor (4 puntos más que el mes anterior). En ese sentido, el 44% de expectativas de una evolución favorable de la situación económica es asimilable al porcentaje de votos alcanzado finalmente por las listas violetas en todo el país, que fue de 40,66%. El futuro y la economía suelen ser dos determinantes del comportamiento electoral.
En relación a las preocupaciones sociales, “la incertidumbre por la situación económica retoma el primer lugar de las preocupaciones de los ciudadanos por primera vez en un año, tras alcanzar el 61%. Le sigue la inseguridad con el 58%. La falta de propuestas para el crecimiento y los ajustes que hace el Gobierno comparten el tercer lugar con el 53%”. La inflación cayó al noveno lugar con el 37% de las menciones.
Por último, explica la consultora que “al segmentar por voto, podemos identificar que la agenda de inquietudes de los seguidores de LLA se compone de la atención por la inseguridad (76%), la impunidad de la corrupción kirchnerista (71%) y, en tercer lugar, el fácil acceso a las drogas (49%)”. Mientras que “entre los seguidores de FP, el ranking de preocupaciones se conforma por asuntos económicos: los ajustes que está haciendo el gobierno (94%), la incertidumbre en la situación económica (84%), y la falta de propuestas para el crecimiento económico (76%)”.

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