Martín Llaryora con el traje de candidato en Villa Libertador. (Foto: Prensa Gobierno de Córdoba).
La maquinaria ya se puso en marcha. Al igual que Juan Schiaretti -que irá por su reelección como gobernador-, Martín Llaryora se mueve como candidato, en este caso a intendente, sin haber adelantado formalmente que lo hará. Al igual que en 2017, año en que se presentó como aspirante a diputado nacional, encabezando la boleta de Unión por Córdoba (UPC), el adelanto de lo que haría primero quedó registrado en la Web oficial del gobierno provincial, donde empezó a aparecer reiteradamente. Antes de ese momento sus apariciones como vicegobernador eran esporádicas, sin embargo una vez tomada la decisión -aunque no se hubiera comunicado- casi todos los días era parte de la comunicación oficial. Ahora sucede lo mismo: ayer participó de una recorrida para supervisar la obra de redes cloacales domiciliarias en Villa Libertador y el viernes estuvo en barrio Fragueiro, en otra actividad oficial.
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En la foto de ayer aparece con Schiaretti y con el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López. Con su sonrisa gardeliana. Luego del operativo encuestas -difundir que era quien más intención de voto tenía en la capital cordobesa para sustituir al radical Ramón Mestre-, Llaryora, que ya fue intendente, pero de San Francisco, comenzó con sus salidas públicas. Las hace junto con el gobernador, que es el dirigente hasta ahora, con mejor imagen positiva de la provincia. Seguirá en campaña dentro de la ciudad a puro corte de cintas.
Uno de los problemas que tiene el dirigente de San Francisco es dentro de su mismo espacio -el otro, es que Córdoba es un bastión de Cambiemos-, con otra dirigente peronista: Olga Riutort. La ex mujer del ex gobernador José Manuel De la Sota posee una envidiable intención de voto de la ciudad y dividirá el voto peronista de manera natural. Todo el mundo sabe que nunca dejó de serlo y que su problema han sido De la Sota y luego Schiaretti en la marginación del PJ capitalino. Dividido, el justicialismo va a jugar a la ruleta rusa.
Uno de los problemas que tiene el dirigente de San Francisco es dentro de su mismo espacio, con otra dirigente peronista: Olga Riutort. La ex mujer del ex gobernador José Manuel De la Sota posee una envidiable intención de voto de la ciudad y dividirá el voto peronista de manera natural.
Dice el comunicado oficial, que tras finalizar la obra de “Cloaca Máxima”, “la Provincia ejecuta ahora redes para la conexión de las viviendas. La inversión asciende a 200 millones de pesos. Resolverá un viejo problema en el sector sur de la ciudad de Córdoba”.
Agrega que “el gobernador, Juan Schiaretti, junto al vicegobernador en uso de licencia, Martín Llaryora, recorrieron hoy un sector de barrio Villa El Libertador donde la Provincia ejecuta redes cloacales para la conexión domiciliaria. En una primera etapa, los trabajos se concentran sobre 24 manzanas, para luego proseguir y completar el proyecto final de 70 manzanas”.
Llaryora y el gobernador Juan Schiaretti observando obras en Villa Libertador. (Foto: Gobierno de Córdoba).
Luego de realizar la cloaca máxima, explica el gobierno que “la Provincia firmó un convenio con la Municipalidad de Córdoba para “llevar adelante acciones conjuntas, concretas e inmediatas”. A través de ese documento, se dispuso que la primera parte de la obra -24 manzanas- estuviera a cargo del Ministerio de Servicios Públicos del Gobierno de Córdoba. La inversión provincial para la construcción de la red domiciliaria cloacal en este barrio, es de aproximadamente 3 millones de pesos por manzana”.
El titular de la cartera de Servicios Públicos, Fabián López, fue parte de la comitiva que supervisó el avance de los trabajos, y dio precisiones sobre las tareas que allí se realizan. “Con 100 obreros sobre dos frentes de obra, tanto en la red domiciliaria como en la boca de registro, Fabián López, explicó que “ya se ha ejecutado el 12% de la misma. Esta prevista, aproximadamente, la ejecución de 10 mil metros de red cloacal, lo que implica más o menos 1.000 conexiones domiciliarias”. La finalización de esta primera etapa, que involucra a 24 manzanas, estaría terminada a finales de marzo 2019”.
Llaryora (46) le llevó la contra a De la Sota y se presentó como candidato a intendente en las elecciones de San Francisco en 2007, donde terminó derrotando al radicalismo en uno de sus bastiones. En 2011 cosechó casi el doble de votos que en 2007 y consiguió 52% de apoyo de sus vecinos, en una ratificación de su gestión en el “pago chico”. Pero como intendente, además de la gestión de una ciudad que había tenidos fuertes problemas financieros y de gestión, rápidamente se proyectó al resto de la provincia. Siempre trabajó sobre cinco ejes: juventud, gestión, propuestas innovadoras, compromiso social y capacidad de diálogo. Sobre ese perfil salió a hacerse un lugar.
Sumó sus pasos a los de dirigentes de su generación de toda la provincia, participó de la construcción de la agrupación provincial “El Peronismo que viene” y en poco tiempo, desde su poder territorial inicial, se convirtió en uno de los dirigentes con más proyección provincial dentro de su partido. No llamó la atención, entonces, que De la Sota lo convocará en diciembre de 2012 como ministro de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Tecnológico. Desde allí terminó de edificar su salto a la formula con Schiaretti en 2015.
Si bien es heterodoxo en las ideas que presenta, su pensamiento es socialcristiano, por lo que puede ser ubicado dentro del espacio del peronismo clásico. Por eso y por su espíritu dialoguista tiene “amigos” en los diferentes sectores del PJ.
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