La crisis del sector automotriz alcanzó un nuevo jalón: en términos interanuales, se contrajo la producción de autos y pick-ups un 47,8%. Mientras que, en relación al mes anterior, la baja llegó al 9,5%, lo que a su vez muestra que este sector no ha tocado fondo.
Las terminales automotrices contabilizaron 21.646 unidades producidas, muy por debajo del volumen registrado en igual mes del año pasado, cuando se produjeron 41.450 vehículos.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, el sector automotor contabilizó una producción de 182.828 unidades, un 35,6 % por debajo de las 284.105 unidades que se fabricaron en el mismo período de 2018. Es decir, que se fabricaron unas 101.277 unidades menos que en igual período del 2018.
Se trata además del decimo segundo mes en caída.
Así lo informó la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ADEFA).
Es decir, que el descuento de entre $50.000 y $90.000 por automóvil, que por las automotrices y el Estado, con un fondo de $1.000 millones, terminó beneficiando, principalmente, al rubro de importados.
El 75% de las ventas reportadas correspondieron a unidades fabricadas fuera de la Argentina, en un escenario de escasez de dólares.
En julio también se vio una baja del 21,5% en las exportaciones, que más allá de la devaluación del año pasado, acumulan una merma del 13,2% en lo que va del año.
No obstante, en este caso si se vio una mejora con respecto a junio al registrar un crecimiento del 14,4% que también manifestaron las ventas a concesionarios (7,5%).
En el sector sostienen que para solucionar el problema de fondo de esta rama hace falta volver a tener crédito a tasas razonables, ya que actualmente los planes de ahorro son inviables.