Dos días después de que fuera derrocado el presidente de Bolivia Evo Morales, el presidente Mauricio Macri se refirió al tema, pero mantuvo la postura oficial de que en el vecino país no hubo un quiebre institucional. Esta posición es similar a la que publicamente expresó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que inclusó saludó la acción del Ejército boliviano. Tanto Estados Unidos, como Colombia, Brasil y Argentina sostienen políticamente la acción del presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que también desconoce la existencia de un golpe de Estado en el país del Antiplano.
“Quiero dejar claro que repudiamos la violencia de cualquier tipo y bajo cualquier circunstancia”, dijo Macri en el acto de apertura de la Jornada del Cuerpo de Abogados del Estado.
“Nosotros creemos en el diálogo como único mecanismo de salida de cualquier crisis que pueda tener una nación” y agregó que está preocupado por la situación en Bolivia.
“Las elecciones son la mejor manera de transparentar la voluntad del pueblo boliviano y que sus mecanismos previstos en su Constitución son los que van a permitir resolver esta cuestión”, agregó el presidente en línea con lo manifestado por Faurie, que esta mañana reiteró que el objetivo es que la Asamblea Legislativa designe a un presidente interino y convoque a nuevas elecciones.
“Como establece la Carta Democrática Interamericana de la OEA la celebración de elecciones libres y justas son esenciales para la democracia. Espero que rápidamente puedan convocar nuevamente a elecciones”.
Faurie había dicho el lunes que “no están los elementos para describir esto como un golpe de Estado”.
El canciller expresó que “la renuncia de Morales se concretó tras un diálogo con las Fuerzas Armadas”.
Y puntualizó que “las Fuerzas Armadas no asumieron el poder en Bolivia, están simplemente haciendo algunas medidas de diálogo con distintas fuerzas políticas y esto va a conducir a que pueda sesionar la Asamblea Legislativa. Creemos que es muy importante el rol de las Fuerzas Armadas para garantizar la continuidad de la vida institucional de Bolivia y no asumir o tener un rol más protagónico del que le marcan las leyes”.
Mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump saludó el lunes la renuncia de Evo Morales como un “momento significativo” para la democracia de la región y felicitó tanto al pueblo boliviano como a los militares del país.
“Ahora estamos un paso más cerca de un hemisferio occidental completamente democrático, próspero y libre”, sostuvo el líder republicano, y también consideró que Nicolás Maduro y Daniel Ortega deberían seguir con atención la situación: “Estos acontecimientos envían una fuerte señal a los regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la voluntad del pueblo siempre prevalecerán”.
Con respecto a la dimisión de Morales, Trump indicó que “el desenlace preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga oír su voz”. Por ello, felicitó al pueblo “por exigir libertad” y a los militares bolivianos “por cumplir con su juramento no sólo a una persona, sino a la Constitución de Bolivia”.
