El edificio de la Jefatura de Policía de Córdoba.
El Tribunal de Conducta de la Policía provincial inició ayer “actuaciones administrativas” a partir de un informe remitido por el Distrito IV de la Policía, tomó declaraciones testimoniales a los dos efectivos que participaron del homicidio de Marcos Soria y pidió informes a dependencias policiales y al fiscal Gustavo Dalma que instruye la causa judicial. Así pudo saberlo anoche ENREDACCIÓN de fuentes con acceso al caso.
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Soria recibió un disparo desde atrás, que le ingresó por la cabeza y lo mató, el sábado 24, aproximadamente a las 6.48 de la mañana, en el barrio Ciudad Obispo Angelelli II. El tiro fue realizado por un policía. El hombre de 32 años era carrero, trabajador de la “Huerta entre todos” de la Asamblea de la Zonal Sur-Sur del Encuentro de Organizaciones (EO), casado y padre de dos nenas.
Mientras que el fiscal Gustavo Dalma, hasta el momento, trabaja sobre la hipótesis que sostiene la existencia de un robo calificado por uso de armas en perjuicio de un hombre de 53 años que iba a tomar el ómnibus en la punta de línea de la empresa ERSA. Luego se produce una persecución y tiroteo, en el que habría muerto Soria. En ese mismo episodio, fue detenido, acusado de “robo calificado”, Raúl Ocampo (45). La Policía difundió además una foto de un arma que dijo habría tenido Soria.
Por su parte, el abogado Sergio Job, que representa a la familia de Marcos Soria y es miembro de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) afirmó que “los vecinos sostienen que los policías aprietan y dan vueltas en el barrio para que los testigos no se presenten”.
Señaló en ese sentido, que “le pedimos garantías para la integridad física de los testigos a la Fiscalía, pero la respuesta no fue muy contundente. A ello se suma que los policías no están imputados”.
Job afirma que de acuerdo a los testimonios de los vecinos, “no hubo tiroteo, a Marcos lo estaban golpeando y torturando en un espacio público del barrio, y cuando intentó huir se escucharon dos disparos, uno de los policías tira al aire y el otro a la cabeza. Esos relatos y esos testigos oculares no han sido incorporados a la causa por esta situación de temor. Por ahora, obran en el expediente los testimonios de la otra versión”, denunció el abogado.
Agregó que “nadie duda de donde salió el disparo y que el disparo fue realizado por un policía. Lo que está en duda es si fue en el marco de un enfrentamiento o de un exceso policial”.
Otro elemento que plantea Job es que “entre el momento que asesinan a Marcos y que llega la Policía Judicial pasaron tres horas, y en esas tres horas es muy sencillo que alguien hubiera podido modificar la escena”.
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