El exembajador argentino en Bolivia y actual ministro de Trabajo de Jujuy, Normando Álvarez García, afirmó ayer que, bajo su conducción, la delegación diplomática en La Paz “no estuvo involucrada en algo raro” pero admitió que pudo “existir un circuito paralelo en un momento de anarquía e irregularidades”, en referencia a la crisis institucional que atravesaba Bolivia en noviembre de 2019, a raíz del golpe de Estado contra la gestión de Evo Morales.
“La embajada argentina no participó en nada en contra del gobierno de Evo (Morales). Como Embajada no estuvimos involucrados en algo raro, claro que siempre puede existir un circuito paralelo. Era un momento de anarquía e irregularidades”, señaló el actual funcionario jujeño en declaraciones a Radio Con Vos.
Así respondió Álvarez García al ser consultado sobre el posible envío de material represivo por parte del gobierno de Mauricio Macri a Bolivia el 12 de noviembre de 2019, cuando se produjo el golpe de Estado que derrocó a Morales.
En otro tramo de la entrevista, el periodista Ernesto Tenembaum le preguntó a Álvarez García si pudo haber habido “un acuerdo” para “intercambiar el aterrizaje del avión a cambio de proyectiles”, información que atribuyó a varias “fuentes”, a lo que el actual ministro jujeño respondió: “Puede ser, puede ser, porque además en ese avión de regreso volvieron todos los familiares de los diplomáticos y de los agregados (de la embajada)”.
La detección de documentación relativa a esos hechos derivó en que los gobiernos de Bolivia y Argentina presentaran sendas denuncias judiciales para que se investiguen los envíos de pertrechos que pudieron utilizarse para reprimir manifestaciones contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez.
“Había pedido un mes antes, frente a la conmoción que se recibía, seguridad, porque no la había ni en la Embajada ni en la residencia. Dos días después de la renuncia de Evo, llegó un comando de Gendarmería Nacional con armamento y chalecos antibalas”, indicó el ex diplomático y actual funcionario del gobernador jujeño Gerardo Morales.
En ese marco, agregó: “Se aduce que parte del armamento fue entregado a la Policía boliviana o al Gobierno (de facto de Áñez), o a la Fuerza Aérea (boliviana), qué sé yo. Ésa es la discusión. Es imposible que yo sepa”, apuntó el exembajador sobre si todo el armamento se destinó para mantener la seguridad.
Álvarez García añadió que “llegó el armamento, bajaron y lo llevaron a la embajada y a la residencia” y señaló que “el destino del armamento estuvo en la Embajada”.
“Ahora, qué cantidad de cajas, todas esas cosas, yo no sabría decir. Estaban las cajas ahí, las cargaron. No sé distinguir una pistola de un revólver”, afirmó Álvarez García en las declaraciones formuladas ayer.
En otro momento del diálogo radial, Álvarez García dijo no saber “qué son 70 mil municiones”, porque eso “lo sabe la gente de armas”, y añadió que no tiene datos sobre “el tema militar”. Por otra parte, remarcó que, “de acuerdo al informe de Gendarmería, todos esos cartuchos fueron utilizados”. Según Álvarez García, “el 13 llegó el armamento y la nota de agradecimiento es del día 13, pero no había nadie, habían renunciado, es muy raro”, observó en relación a las autoridades bolivianas que habían sido depuestas.
“También dicen que se encontró la nota escondida, cuando en la Embajada no hay secretos, todo se manda todo se informa, pero independientemente de eso, es verdad que el gobierno de Áñez fue represivo y dictatorial”, reconoció.
>> COBERTURA
VER Bolivia denunció que el gobierno de Macri apoyó el golpe de Estado contra Evo Morales.
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