Otros dos policías fueron detenidos este martes en el marco del caso que investiga el crimen de Valentino Blas Correas, el adolescente de 17 años que fue asesinado por un policía en un control de trásnito. Los detenidos son Se Yamila Martínez y el subcomisario Sergio González. Martínez era la oficial a cargo del control policial en la noche del crimen y González el superior responsable de los operativos en la zona Sur.
Ambos oficiales ya estaban imputados por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado. Ya estaban detenidos Lucas Gómez -el autor del disparo que mató a Blas- y Javier Alarcón, que son quienes dispararon; y la agente Wanda Esquivel, que confesó haber plantado un arma para encubrir el asesinato.
El fiscal a cargo de la causa, José Mana, ordenó además la imputación de dos comisarios, identificados como Walter Soria y Jorge Galleguillo, y un subcomisario, Enzo Quiroga, también por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento en libertad.
Mana también imputó a Enzo Finot, un oficial de la División Motocicletas, por lesiones leves calificadas tras comprobar que había golpeado y maltratado al conductor del Fiat Argo, cuando fueron detenidos en la intersección de avenida Chacabuco y Corrientes.
Por su parte, el jefe de la Policía de Córdoba, el comisario general Gustavo Vélez, dijo ayer a Cadena 3 que “me preocupan las imputaciones a cargos altos en la fuerza”, y aseguró que habló con el fiscal “para que la investigación llegue hasta donde tenga que llegar y al cargo que sea”.
Dijo también que “es un caso aislado. También necesito saber qué pasó y por qué fueron las acciones llevadas adelante por estos policías”.
En relación a uno de los cinco policías detenidos, Lucas Gómez, quien tenía antecedentes penales y es el sindicado autor del disparo que mató a Blas, sostuvo que “las cuestiones judiciales y administrativas las maneja el Tribunal de Conducta Policial, un ente neutral que no depende de mí. Ellos, con la Justicia, evalúan la situación del policía, si debe volver a trabajar o no, o portar un arma. No pasa por mis manos la decisión de que vuelva a trabajar”.
En tanto, Soledad Laciar, la madre del adolescente, le dijo a Canal 12 que “hacía rato que esperaba que Vélez saliera a hablar.
Agregó además, que “el Gobernador no puede mirarme a la cara porque no tiene qué decirme”.
La mamá del joven asesinado se mostró muy crítica con la imputación a los policías en moto que detuvieron el auto y no permitieron que reciba asistencia médica: “Juan Cruz quería salvar a su amigo y no lo dejan seguir, no piden ayuda, no lo acompañan a un hospital y a lo mejor mi hijo ahí estaba vivo”. Sobre este punto, fue lapidaria: “A mi hijo lo mataron tres veces en media hora, primero le disparan, después no lo atienden en una clínica y después lo frenan cuando van camino a intentar salvarle la vida”.
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