(Por Máximo Brizuela *). El próximo jueves 18 de diciembre, el movimiento obrero dirá presente en el Congreso Nacional. Un nuevo intento de Reforma Laboral nos convoca a movilizarnos y a oponernos, no por capricho, sino porque el proyecto de ley impulsado por el gobierno nacional es claramente regresivo: busca recortar derechos y someter a las trabajadoras y los trabajadores.

Bajo la excusa de la urgencia por generar empleo, las reformas propuestas constituyen un ataque directo al pueblo trabajador y a las organizaciones gremiales, que hoy representan un bastión fundamental de resistencia frente a las políticas de ajuste y sometimiento del gobierno nacional.
Nuestro país atraviesa una profunda emergencia social y económica, agravada por las mismas políticas que impulsa el actual gobierno, donde la especulación financiera se prioriza por sobre la producción, el trabajo y la generación de valor agregado en nuestras industrias.
La apertura indiscriminada de las exportaciones no es compatible con la defensa de la industria nacional ni con un proyecto de desarrollo que promueva el valor agregado y el trabajo argentino.
Nada de esto es inocente: los sectores concentrados del poder económico pretenden avanzar hacia un modelo con trabajadores con menos derechos, salarios más bajos y sin herramientas de organización ni resistencia para reclamar condiciones de vida dignas.
Por todo esto, las trabajadoras y los trabajadores decimos NO a esta Reforma Laboral, porque no mejora la vida del pueblo ni de la Argentina.
* Máximo Brizuela es secretario General del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF).
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