Consolidar la información para un tablero de control único entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires para evaluar la información sobre el coronavirus, enfatizar el control del transporte y de la reapertura de comercios y evaluar el impacto de la autorización de corredores en los parques porteños, fueron los ejes de la reunión que ayer sostuvieron el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, con sus pares bonaerense, Daniel Gollán, y porteño, Fernán Quirós.
Los funcionarios realizaron un “seguimiento y diagnóstico de la situación vinculada a la pandemia en el Área Metropolitana de Buenos Aires” (AMBA) e insistieron en “respetar el aislamiento social, preventivo y obligatorio y las medidas de higiene”.
“El principal objetivo fue el seguimiento y diagnóstico conjunto de la situación vinculada a la pandemia en el AMBA, para brindar respuesta y herramientas que ayuden a afrontar este momento y cuidar de la mejor manera posible a los argentinos y argentinas”, señaló la cartera sanitaria nacional en un comunicado, que también fue difundido con un texto único por las carteras sanitarias porteña y bonaerense.
A la salida de la reunión, Ginés afirmó que “trabajamos en buscar una metodología común para tener todos los datos. Vamos a tratar de manejar la información como una unidad, que sea similar en todo el AMBA”.
Y agregó que estuvieron “discutiendo en términos técnicos cómo buscar información oportuna y que esté consolidada” porque “esa información es parte del sustento de la toma de decisiones”.
Ginés agregó que “hablamos de ajustar cosas como el transporte, que creemos que es donde se expande muchísimo” el coronavirus, reflexionó.
Respecto a los corredores en la Ciudad de Buenos Aires, dijo que no le preocupan, “pero entiendo que es una imagen no demasiado buena”, afirmó.
El texto difundido a la salida del encuentro, agregó que la “situación es analizada de forma constante y en diálogo con todos los sectores involucrados para ayudar a tomar las mejores decisiones para toda la sociedad”.
El comunicado concluyó explicando que: “De la misma manera, se insiste en respetar el aislamiento social, preventivo y obligatorio y las medidas de higiene. Entre todos podemos aportar para frenar el virus”.
Esta declaración va en línea a la realizada el domingo por el presidente Alberto Fernández, quien expresó que la pandemia “ha tomado un ritmo de contagios que debe preocuparnos” en lugares como el AMBA, donde, advirtió, se ve un “relajamiento social” en el cumplimiento de las medidas de la cuarentena.
Desde el ámbito nacional resumieron que lo importante es “unificar criterios de información” para “trabajar los mismos números y estadísticas; tener una sala de situación del AMBA; sumar el transporte en el monitoreo; unificar la metodología de medición del “R” para tomar medidas en conjunto en base a las mismas evidencias y trabajar una misma comunicación”.
El factor R, o su medición, responde a cuántas personas infecta cada individuo con el coronavirus activo.
En materia de transporte y circulación, se decidió “reforzar la vigilancia y endurecer los controles en todos los pasos y accesos interjurisdiccionales”.
También decidieron mayor proactividad “en la búsqueda de casos sospechosos y estrechos”; y “trabajar en medidas alternativas” para los corredores porteños.
La provincia propone “volver atrás con un tiempo determinado de principio y fin” y la Ciudad pretende “primero ver la evidencia sobre la información que se obtenga del “R” conjunto para tomar decisiones”.
Respecto al aumento de casos, se coincidió en que “por el momento no impacta en el aumento de camas”, y que evaluarán nuevas propuestas en 5 o 6 días.
Desde territorio bonaerense, una vez terminada la reunión de los titulares de Salud, voceros de la Provincia expresaron que la preocupación central del gobernador Axel Kicillof “radica en el aumento de la movilidad en el transporte que se registra en el último tiempo en bonaerenses que se trasladan a la Ciudad de Buenos Aires para trabajar o realizar compras”.
Según contaron a Télam fuentes del gobierno provincial, el principal interés de Kicillof es resolver si es ahora el momento en que deben adoptarse nuevas medidas de control o restricción, o si pueden esperar unos días.
“Las medidas que se tomen ahora impactan epidemiológicamente dentro de 10 días”, graficaron desde el entorno de Kicillof, y remarcaron que, por eso, “el debate es si es urgente o podemos tomarnos unos días”.
Resaltaron que el foco está puesto en el hecho de que “en la actualidad el sistema de salud responde, pero dentro de tres semanas no sabremos porque se va incrementando aceleradamente la ocupación de camas”.
“Intranquiliza pensar que, si hoy estamos acelerados tomándonos 10 días más sea demasiado tarde para frenar”, explicaron.
Las fuentes aclararon que el gobierno bonaerense no se opone a que la Ciudad permita que los porteños salgan a correr, porque “no hay bonaerenses que crucen a la CABA”, pero destacaron que sí existe mucha preocupación por la movilidad porque mucha gente circula entre ambos distritos para trabajar o realizar compras.
(Con información de Agencia Telam).
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